Autores:

Karina Andrea Muñoz[1]

Alejandra Sanchez Bravo[2]

Cristal Gallardo Vargas[3]

Maryori Gonzalez Diaz (traductora)[4]

[1]karina.munoz@uach.cl

[2]alejandra.sanchez@uach.cl

[3]cristalgallardov@gmail.com

[4] maryori.gonzalez.diaz@gmail.com

Este articulo tiene como objetivo identificar los elementos culturales presentes en dos comunidades Sordas del sur de Chile. La metodología es de carácter cualitativo, con diseño etnográfico, usando la entrevista semiestructurada y la elicitación visual como técnicas de recogida de información. Los participantes son 26 personas Sordas nativas de la Lengua de Señas Chilena; 18 hombres y 8 mujeres, con un rango de edad entre 18 y 60 años. Los resultados fueron organizados en una unidad hermeneútica con apoyo del software Atlas.ti. Los principales resultados indican la similitud en los elementos culturales, emotivos, de organización, simbólicos y de conocimiento además surge la categoría emergente de visualidad reconocida por ambas comunidades sordas como aporte relevante para la educación de sordos y la necesidad imperiosa de seguir investigando en este tema.

Palabras calve:Sordo, visualidad, lengua de señas, Cultura Sorda.

Keywords: Deaf, visual, sign language, deaf culture.

Palavras chave: Surdos, visualidade, língua de sinais, cultura surda.

Actualmente en Chile, persisten ciertas inquietudes respecto a la persona Sorda, que se enfocan principalmente en las supuestas limitaciones comunicativas, fundamentadas desde la discapacidad, sin embargo, se desconoce que en la comunidad Sorda se desarrollan discursos dinámicos acerca de su cultura y lengua. Por una parte, estas inquietudes tienen su fundamento desde una visión deficitaria la que propone una solución eminentemente médica (Pérez de la Fuente, 2014), ya sea por medio de implantes cocleares, utilización de audífonos o la rehabilitación auditiva. Por otra parte, la visión socio-antropológica es la que concibe la sordera como una minoría cultural y lingüística (Pérez de la Fuente, 2014), del mismo modo este paradigma la reconoce como una condición y no como una patología. Esta visión permite que las personas sordas sean más conscientes de sus características y eliminen una concepción errónea de ser inferior a la cultura oyente.

Ante esto, se han organizado asociaciones e instituciones que velan por los derechos de las personas sordas, así encontramos la más antigua, presente en Chile desde el año 1926, la Asociación de Sordos en Chile (desde ahora Asoch), tiene como objetivo lograr una igualdad de condiciones en todos los aspectos civiles, económicos, culturales, entre otros. También desde las Instituciones de Gobierno el Servicio Nacional de la Discapacidad (desde ahora Senadis) que "establece normas sobre igualdad de oportunidades e inclusión social de personas con discapacidad" (Ministerio de Desarrollo Social y Familia, 2017).

Para ser miembro de la comunidad Sorda es necesario el sentido de pertenencia, como miembros de una comunidad que valora su cultura e identidad y Lengua de Señas, sordo (s con minúscula) así S (Sordo con mayúscula) siguiendo la propuesta que hicieran el siglo pasado Erting y Woodward (1979) para diferenciar los miembros de la comunidad de la condición meramente audiológica, sordo (s con minúscula) refiere al diagnóstico de las personas con déficit auditivo.

Considerando que cultura es un concepto que presenta significados que se intentan relacionar entre sí. Cultura se define como un

conjunto de rasgos distintivos, espirituales, materiales, intelectuales y afectivos, que caracterizan a una sociedad o a un grupo social. Esto engloba, además de las artes y las letras, formas de vida, los derechos fundamentales del ser humano, los sistemas de valores, las tradiciones y las creencias. (Pérez de la Fuente, 2014, p.134)

Bonfil (1988) menciona que dentro de la cultura existen rasgos distintivos, en los que pueden establecerse elementos culturales con las categorías de materiales, simbólicos, de organización, de conocimiento y emotivos. Lane (2005) sostiene que "es ampliamente conocido que existe un Mundo-Sordo, que se identifica como miembros de una cultura minoritaria" (p. 291), cabe señalar que "la cultura sorda es una de las pocas en las cuales sus miembros no son culturizados por sus familias, sino por grupos externos y compañeros" (Ladd, 2003), es decir, es transferida por terceros, ya sea amigos, profesores Sordos y oyentes, entre otros. Por ende, es en la propia comunidad, encuentros de sordos, asociaciones o diversas actividades, donde se genera la valoración de su lengua, las personas Sordas se conocen y pueden actuar de una manera natural, y esto provoca que formen ciertos elementos distintivos que se dan a través de las relaciones interpersonales, siendo la base para mantenerse como grupo social cohesionado.

Por consiguiente, aun cuando se tiene la idea de que "la cultura humana es multifacética" (de la Paz y Salamanca, 2009, p.2), todavía se mantiene y se demuestra lo que declara Pérez (2014) que las barreras que presentan las personas sordas referente a su valoración cultural tienen que ver con la forma de concebir a la comunicación, provocando una desigualdad en la oportunidad de desarrollar sus planes de vida y también el no reconocimiento de su diferencia. En este punto Torres (2012) indica que el no aceptar la existencia de una cultura e intentar asimilarla, en muchos casos por incomprensión o desconocimiento, provoca que la persona sorda se sienta discriminada en muchas de las situaciones que vive cotidianamente. Es importante señalar que la "cultura sorda tiene igual valor que la cultura oyente" (Pérez de la Fuente, 2014, p.102), al comprender que los sordos tienen los mismos valores y derechos; dejando de lado las limitaciones físicas o sensoriales, se podría mejorar en gran manera la ambigüedad y formas de actuar y así derribar los muros ideológicos que separan a estos grupos sociales, para aprender del otro y aceptar estos elementos que son parte de la misma diversidad.

El proceso de delimitación étnica ha sido complejo, ya que la historia de la comunidad sorda es una historia de opresión institucionalizada donde la persona sorda no tiene acceso a ambientes sociales libremente accesibles (Ladd, 2003), en sus procesos fueron privados del uso de su lengua por creer que era un sistema poco enriquecedor, sin embargo, el cambio de visión ha propiciado que "los miembros de las comunidades sordas tengan la oportunidad de participar en la planificación, la ejecución y la evaluación de las políticas, servicios y medidas relacionados con su vida" (Muñoz et al., 2018), además, en estas instancias en que los Sordos pueden compartir sus creencias, historia y tradiciones, su forma de comunicar y cosmovisión. Aquí es donde se organizan en lo social, político, deportivo y cultural, buscando este espacio para poder desarrollarse plenamente y fortalecerse como grupo (de la Paz y Salamanca, 2009).

Por tanto, la comunidad sorda es concebida como un pueblo (Rodríguez, 2013), que presenta un contexto y necesidades particulares, teniendo la necesidad de reunirse y crecer de manera paulatina. Es decir que, según Muñoz (2019) en el momento en que las personas sordas, participan en sus comunidades, logran reconocerse y aceptarse como sordos, es la instancia en que se adscriben a su cultura, donde su lengua comienza a surgir a nivel individual, es decir desde la persona y de manera colectiva en las escuelas o en las asociaciones. Es importante señalar que dentro de las comunidades se generan elementos propios de su cultura, que son relevantes, como la lengua, experiencia del mundo, necesidad de eliminar barreras de la comunicación, que impidan el pleno desarrollo de las personas sordas. Además, en la medida que se conozcan estos elementos culturales, se puede comenzar a actuar desde una base más concreta y certera, para desarrollar una cultura autónoma, que tiene sus propias necesidades y que las medidas de acción supongan respetar esa realidad contextual y lograr así un propósito social.

Para ser miembro de la comunidad Sorda es necesario el sentido de pertenencia. Ahora bien, esto nos llevaría a comprender que las formas culturales no solo nos transfieren al pasado, sino que nos invita a pensar en el sentido del comportamiento en cada cultura. Ante esto, cabe mencionar que

la gran mayoría de ellos no están unidos por lazos sanguíneos, pero la relación que establecen entre ellos llega a ser tan fuerte que para muchos su comunidad se convierte en su segunda familia y el participar y pertenecer a ella pasa a ser una necesidad y una prioridad. (de la Paz y Salamanca, 2009, p.4)

La identidad Sorda se forjaría cuando estas personas toman conciencia de todo aquello que se comparte con las comunidades, descubren sentimientos similares, como eliminar las barreras que impiden un pleno desarrollo y calidad de vida. Asimismo,

La mirada desde la sordedad contempla las etapas que cada persona sorda vive, la búsqueda de acuerdo a sus experiencias, el reencuentro con su ser Sordo, se reconoce como persona no oyente, es decir, no se percibe como una persona con una discapacidad sino como alguien distinto a los demás. (Muñoz y Sánchez, 2017, p. 255)

La comunidad Sorda se define como parte de una cultura y partícipes de una comunidad distintiva, afirman tener los mismos derechos y solicitan el apoyo que es proporcionado, "el hecho de que las personas sordas tengan una lengua propia y desarrollen una identidad específica supone que sus reivindicaciones se centran en cuestiones de las políticas de la identidad que busquen medidas para proteger y promover su identidad" (Pérez de la Fuente, 2014, p.115), pudiéndose validar como una opción clara de estrategia comunicativa que le permitiría desenvolverse en muchas áreas que socialmente se creen imposibles. Un ejemplo de ello, es en la educación, donde "la lengua de señas permite al estudiante sordo desarrollar conocimientos conceptuales y procedimentales propios de la disciplina que está aprendiendo" (Muñoz et al, 2018, p.10).

De acuerdo a lo expuesto, considerando que solo existe un estudio anterior acerca de las comunidades Sordas en Chile, realizado por de la Paz y Salamanca (2009) en asociaciones de la región Metropolitana, el objetivo para esta investigación es identificar los elementos culturales presentes en dos comunidades sordas de la Región de Los Lagos, a través de la definición de elementos culturales de Bonfil (1991) comprendidos como " recursos de una cultura que resultan necesarios poner en juego para formular y realizar un propósito social".

En consecuencia, se plantea la siguiente pregunta de investigación: ¿cuáles son los elementos culturales que se presentan en estas comunidades de personas Sordas?

Esta investigación tiene un enfoque cualitativo pues "está orientada al estudio en profundidad de la compleja realidad social (Osses et al., 2006) y que en este caso corresponde a comunidades Sordas, con un enfoque socio-antropológico que concibe a las personas sordas como una comunidad con cultura e identidad propia con rasgos que la constituyen como tal. El diseño es etnográfico de carácter flexible, el escenario es intencionado con el fin de obtener mejores resultados, permitiendo una relación de confianza y apertura con las investigadoras.

Los participantes son personas Sordas pertenecientes a dos comunidades del sur de Chile, que hemos denominado comunidad PM y QN, respetivamente, siendo PM una asociación de sordos con personalidad jurídica y QN una agrupación constituida de manera informal. Los participantes, declaran que el aprendizaje de la LSCh comienza entre la educación preescolar y primer ciclo de la enseñanza básica, el 57,6% inicia su educación en escuelas especiales y progresivamente transita hacia la educación regular, en términos educacionales el 69,2%, ha cursado la enseñanza media.

Las dimensiones en este estudio se han establecido de acuerdo a la clasificación de Bon-fil (1991). Este autor establece cinco categorías: materiales se entiende como los que han sido transformados por el trabajo humano, de organización que corresponde a las relaciones sociales a través de las cuales se realiza la participación, de conocimiento entendida como las experiencias asimiladas y sistematizadas, símbolos que son los códigos de comunicación y representación, y finalmente los emotivos que comprenden sentimientos, valores y motivaciones compartidas.

Los instrumentos aplicados fueron Entrevista Semi-estructurada, compuesta por las dimensiones de Identidad (que conforma preguntas dirigidas a aspectos emotivos), Cultura (las preguntas van focalizadas al conocimiento), Aprendizaje (las preguntas planteadas hacia el conocimiento) y Visualidad (las preguntas formuladas hacia aspecto en general de conocimiento simbólico). Además de la técnica de Elicitación Visual, consiste en "la utilización de las fotografías para inducir una reacción, recordar experiencias y vivencias personales, para generar opiniones y discusiones acerca de los significados alojados en la fotografía" (Ruiz, 2016, p. 2).

Ahora bien, en el caso de las personas sordas, O'Brien (2013) explica que se considera como una posibilidad real de obtener un registro de su mundo visual ya que permite obtener información significativa de los participantes, de sus experiencias de vida, además de proporcionar apoyo a las entrevistas. Para efectos de esta investigación se utiliza la descripción entregada por los participantes de cada fotografía. Estos instrumentos apoyan el diseño etnográfico.

En cuanto al procedimiento, la entrevista semi-estructurada fue aplicada en la primera sesión a cada participante. Posteriormente en dos sesiones fue aplicada la elicitación visual, en la primera se le entregaron las instrucciones, las cuales consistieron en solicitar la toma de 10 fotografías, que representaran cultura, comunidad e identidad Sorda; en la segunda sesión se hizo un respaldo textual de cada fotografía de acuerdo al orden que el participante estableció, todos los instrumentos fueron validados por juicio de expertos y aplicados en LSCh por intérpretes certificados.

En lo que refiere al análisis de los resultados, los relatos de las entrevistas y de la descripción de las fotografías fueron grabados en formato audiovisual y una vez revisadas las transcripciones de la LSCh al español escrito, se exportó el archivo al programa de análisis cualitativo de datos Atlas ti, ingresando cada entrevista y explicación visual de fotografías en una unidad hermenéutica. De esta manera se levantaron nueve categorías: formas de aprendizaje; formas de comunicación; experiencias con la sociedad oyente; compartir entre miembros de la comunidad Sorda; identidad Sorda; oportunidades para las personas Sordas; características de la cultura Sorda; organización en la comunidad Sorda y visualidad.

En cuanto a las categorías se organizaron en función de la clasificación de Bonfil (1988) de la siguiente manera:

Esta categoría de acuerdo con lo expuesto se refiere a los códigos de comunicación (materiales o humanos) que se emplean en estas comunidades. En cuanto a los recursos materiales, se aprecia que en ambas comunidades el uso de la tecnología se ha convertido en una herramienta de uso frecuente y prioritario para facilitar los procesos de comunicación entre sus miembros. Como recurso humano, los miembros de ambas comunidades destacan la importancia del Intérprete de Lengua de Señas Chilena, quien actúa como un facilitador en los procesos de comunicación con los oyentes. A continuación, se presentan algunas respuestas literales de los participantes:

P18: uso la tecnología para comunicarme, a veces través de Facebook, si hay cosas que deben contarme me avisan a través del WhatsApp, o una foto que es importante cuando hacemos trabajos y para las dudas también.

P26: son muy importantes ya que ahora puedo hacer una video llamada, antes tenía que marcar números o escribir un mensaje de texto, era muy difícil, pero ahora es fácil porque hago una video llamada y nos ponemos de acuerdo.

P20: antes no había intérprete, había problemas para los Sordos, porque no podían estudiar o trabajar, era difícil, pero ahora las personas Sordas van a trabajar, estudiar, pueden ir a la universidad sin problemas, tienen un intérprete que los ayuda y apoya.

De lo anterior, es posible inferir que los avances de la tecnología en materia de comunicación no solo han favorecido a las personas oyentes, sino que ha transformado significativamente las formas de comunicación dentro de las comunidades Sordas, las que han podido superar las barreras de comunicación remota existentes, ya que debían comunicarse empleando el español escrito y no su lengua natural.

Esta categoría refiere a la estructura y las relaciones sistemáticas desarrolladas al interior de las comunidades Sordas.

El liderazgo y la organización son elementos fundamentales en ambas comunidades, se determinan cargos, procedimientos para el desarrollo de las agrupaciones. Así lo refieren sus participantes:

P8 de la comunidad PM: primero el presidente, su nombre es V es el representante, visualiza situaciones y debe reconocer aspectos de la Cultura Sorda. Yo soy el coordinador de los cursos de lengua de señas, porque puedo comunicarme en diferentes lenguas de señas, no tengo problema. Otro coordinador es C, él es responsable de campamentos y también M que coordina temas de ferias, reuniones, asambleas, invitaciones a comer, celebraciones y ojalá que en un futuro haya alguien que coordine el tema de la enseñanza a los niños sordos sobre su Cultura e Identidad.

P19 de la comunidad QN: nosotros somos un grupo que se reúne para planificar temas y resolver dudas. Si un Sordo quiere ingresar a la comunidad, se le pregunta a la comunidad y si esta responde que no, no se puede. Por Facebook o WhatsApp pueden preguntar cómo pertenecer a la comunidad, principalmente Facebook.

De acuerdo a lo expresado, se desprende que las comunidades Sordas funcionan como cualquier organización estableciendo sus normas, reconociendo sus necesidades y planificando en función de ellas para el logro de sus objetivos. Las redes sociales juegan un papel relevante al momento de mantener informada a la comunidad.

Esta categoría de acuerdo con lo expuesto se refiere a las emociones internas y externas que se desarrollan en la convivencia tanto con el contexto oyente como en la comunidad Sorda. A continuación, algunos relatos:

P22: la identidad es un valor, para ello necesité apoyo de la familia y de los profesores para construir mi identidad, también hubo personas oyentes que me enseñaron a integrarme en la sociedad, opinar, tener una posición y debatir mis derechos. Las personas oyentes saben de nuestros derechos, el valor de los Sordos nos hace mostrar el poder Sordo, tener una opinión, darla a conocer. Es importante construir y no destruir el poder de las personas Sordas, es difícil, porque es un cambio de mentalidad para los mismos sordos, hacer cambiar la sociedad, la valoración en la comunicación de los Sordos es muy importante, como lo es la lengua de señas, el estudiar también es un gran valor y que la familia lo valore también es importante.

P8: a mí no me gusta decir que Soy Sordo, cuando una persona se acerca yo le hablo en señas y el oyente queda impresionado con mis señas, ¿por qué debo decir que soy sordo?, ¿cuál es el problema?, ¿hay algo en la oreja?, ¡no entiendo!, si al usar las señas la otra persona no sabe qué hacer y solo entiende que uno es sordo

P23: cuando trabajaba, venía alguien y me preguntaba algo, yo le decía lo siento soy Sorda, escríbeme, ¿qué necesitas?

P8: (aborda su experiencia con su familia oyente) nosotros los Sordos en nuestras casas estamos solos, no hay intérprete, no hay inclusión, la familia habla, habla y habla y uno está solo, esperando, el tiempo pasa, los días pasan y cuando uno va a la comunidad Sorda se siente bien, conversa y el tiempo pasa y pasa. Es diferente a los oyentes porque los oyentes en su casa pueden mirar tele, conversar o hacer muchas cosas.

P22: en la sociedad yo me siento bien, a veces he visto que mis amigos oyentes me llaman, compartimos, conversamos, comemos, juntos vamos a lugares, jugamos, nos molestamos, bromeamos.

P24: los oyentes me conocen, tengo muchos amigos, siempre salimos, vamos a jugar y compartir, ellos nunca me discriminan, aunque podría decir que en el liceo tenía pocos amigos y yo me sentía solo y aburrido, pero después nos fuimos conociendo y todo mejoró.

P14: (enfatiza acerca de las oportunidades) sí, las personas Sordas pueden hacer de todo, hay que animarse, los Sordos pueden trabajar, ser profesores, también en pesqueras, ser abogados, en lo que ellos elijan, cuando fui a Estados Unidos todos los sordos podían trabajar, aquí en Chile también se puede. [...] ...a futuro me gustaría ingresar a la universidad y estudiar educación física. Eso me gustaría y después trabajar. Los Sordos si pueden estudiar. Tienen que esforzarse y aprender.

P19: una vez un jefe que conocí me dijo que era un buen trabajador, esforzado, me dio las gracias y eso me animó a seguir desarrollándome.

De acuerdo al relato, se infiere la importancia del desarrollo de la Identidad Sorda a través del contacto con la comunidad, el sentido de pertenencia que no se desarrolla en un contexto familiar oyente, las experiencias de Ser Sordo y las oportunidades que determinan su incorporación a la sociedad.

Esta categoría refiere a las experiencias tanto culturales como de aprendizaje incorporadas por ambas comunidades. A continuación, algunos relatos literales:

P22: es importante que la comunidad realice encuentros y abra las puertas a los niños Sordos, para que estos aprendan a valorar la comunidad y ellos desarrollen su Identidad Sorda. Son importantes los modelos para los niños Sordos para que ellos vean y los copien, que vean que los Sordos pueden estudiar, viajar.

P8: el Sordo aprende la lengua de señas de manera normal, pero faltan otras cosas como la lingüística, características de la lengua, por ejemplo, algunas palabras como viso-gestual o simultaneidad cuesta entenderlas y hay muchas más que debemos aprender bien y claras. También es necesario aprender los parámetros formacio-nales, eso es importante porque algunos señan de cualquier forma.

P20: (se enfatiza en la idea de que su lengua es local) los Sordos internalizan las señas, no se puede copiar de otros lugares porque son señas propias, en este caso de nuestra ciudad, por ejemplo, copiar señas de otras ciudades no me gusta, mejor son las señas de aquí, que las entendemos los Sordos y por respeto al acuerdo que se realizó, por ejemplo, cuando los oyentes copian señas de otros lugares eso nos confunde y genera problemas.

P11 : (describe los lazos de amistad en la comunidad) la relación es buena, compartimos siempre. Somos amigos, a veces hay tiempo que no nos vemos, pero siempre compartimos y hablamos, organizamos cosas, fútbol, autos, compras, no sé, muchas cosas.

P12: eso era una celebración, una fiesta de sordos, donde compartíamos, reíamos, celebrábamos, porque en nuestras casas estamos aburridos, desanimados, y hay que animarse, ser positivos, disfrutar y compartir.

P23: (expresa su experiencia de ser hija de padres sordos) yo aprendo con mi mamá y mi papá, porque desde pequeña me enseñaban, después en la escuela, el profesor me enseñaba cosas nuevas y también he aprendido compartiendo con otros Sordos

P17: (indica la importancia del modelo Sordo) actualmente ha habido un cambio, ya que existen co-educadores y profesores Sordos, de esta manera los niños van a desarrollar un mayor nivel de aprendizaje, ya que no sólo está el profesor, sino que también hay un modelo Sordo, que es de gran ayuda.

P21 : eso fue cuando hicimos el taller de señas que me gustó mucho, después de un tiempo hicimos un seminario con mis compañeros Sordos, yo estaba muy nerviosa la comunicación era con mucha lectura y yo no sabía cómo. Yo tengo una compañera que le enseñé un poco de señas, ella se llama Valentina, me hace ayudantía y ahora sabe más, ella me interpretó el seminario, me explicaba cómo sería el seminario, el tema a tratar, las diferentes partes que se iban a mostrar, le decía que esté tranquila, la animaba y salió muy bien.

De acuerdo a lo expresado, se desprende la importancia de cultura Sorda como patrimonio la LSCh que es aprendida y desarrollada en la comunidad, el referente cultural y lingüístico para los contextos educativos es el co-educador Sordo.

Esta categoría surge como categoría emergente, refiere a las habilidades visuales reconocidas por las personas Sordas como propias, que les permiten mirar y explorar su entorno, haciendo un uso mayor de su visión periférica. A continuación, se presentan respuestas literales:

P22: los sordos somos visuales por completo, por ejemplo, cuando voy al centro, miro todo, si me encuentro con una persona Sorda y le pregunto ¿dónde está el mall?, me indica donde está, a través de las características de los lugares, colores, mostrando los edificios de acuerdo a la imagen que tienen de los lugares, indicando letreros, las formas. De esa manera el Sordo entiende, para que no se equivoque en tomar las calles y llegar al lugar, esa es una información clara para el Sordo, hay una memoria visual.

P26: se hacen los apodos porque se mira el cuerpo, el pelo, se busca una característica física. Se define el apodo y queda así, después se le reconoce por ese apodo o seña personal en cualquier parte.

P22: el apodo tiene gran valor, porque es visual, el nombre no lo es.

De acuerdo a lo expresado, se infiere que la visualidad emerge como el sello distintivo que tienen ambas comunidades, pone de manifiesto no sólo las características visuales de la LSCh sino también la forma visual en la vida cotidiana de las personas Sordas pues hace referencia a la forma natural que tienen al "escanear" detalladamente personas y lugares, asignando apodos o señas personales que son incorporadas en la vida de los participantes Sordos.

En síntesis, las comunidades PM y QN poseen características similares que se explicitan en las categorías antes mencionadas, si bien tienen diferencias en su constitución formal y en la cantidad de participantes, esto no hace diferencia en las relaciones que se establecen al interior de ellas, muy por el contrario, ambas fortalecen su organización interna, desarrollan aspectos lingüísticos-culturales propios de las comunidades y se establecen como espacios propicios de convivencia para las personas Sordas.

El estudio de las comunidades sordas de la región de Los Lagos (Chile) permitió constatar la presencia de distintos elementos culturales, estos se relacionan con las categorías de elementos simbólicos, de organización, de conocimiento y emotivos, propuestos por Bonfil (1988), a su vez, estos elementos coinciden con los hallazgos realizados por De la Paz y Salamanca (2009) en el estudio de comunidades sordas de la Región Metropolitana de Chile. En este sentido es importante destacar que las comunidades sordas chilenas se han ido constituyendo a lo largo del país y que han ido desarrollando costumbres y prácticas comunes, lo cual es importante conocer para que cualquier medida de acción positiva hacia esta población respete su realidad cultural y contribuya a su mantenimiento y desarrollo. Desde la perspectiva de Fenlon y Wilkinson (2015) es posible inferir que en Chile existe una macro-comunidad Sorda, reconocida a través de una lengua más bien formal que se extiende a lo largo del país. Asimismo, se puede inferir que existen las micro-comunidades que, desde una ciudad a otra, muestran principalmente variación lingüística.

Entre los elementos culturales identificados es importante destacar el uso masivo de las tecnologías de la comunicación y de las redes sociales que realizan los miembros de estas comunidades, que entre otros beneficios han aumentado las conexiones entre los Sordos, sobre todo de quienes están geográficamente dispersos, este incremento comunicativo ha generado nuevas prácticas lingüísticas, sociolingüísticas y ha aumentado la comunicación entre las comunidades sordas y con las personas oyentes, por lo tanto esta situación convierte a la comunidad Sorda en un colectivo productivo para la investigación de las relaciones entre las innovaciones tecnológicas y las nuevas prácticas comunicativas (Muñoz, 2019).

Otro elemento cultural importante a considerar, especialmente cuando se quiere interactuar con las comunidades Sordas, es el tipo de organización que manifiestan, el cual es conocido y compartido por sus miembros. Este se caracteriza por la participación colectiva y la relevancia que toman los líderes en la toma de decisiones; bajo las perspectivas más desarrolladas y aceptadas está la de los enfoques transformacionales, que describe que los líderes mantienen su posición en el grupo a través de una serie de acuerdos tácitos de intercambio con sus miembros partiendo del supuesto que el liderazgo no es algo que los dirigentes simplemente llevan a cabo hacia sus subordinados, sino que es un proceso que está centrado en las interacciones entre ambos (Sears y Hackett, 2011).

Además, se destaca como elemento cultural notable el desarrollo de la identidad sorda, de este estudio se desprende que la identidad sorda es un tema relevante en las comunidades y que al parecer se está transitando hacia una identidad sorda más positiva. Leigh (2009) destaca que el desarrollo de la identidad sorda es de gran relevancia para las experiencias que las personas sordas viven y diseñan la forma de cómo ellos se sienten acerca de ser sordos y cómo esto determina su identidad sorda.

El desarrollo de una valoración positiva del Sordo va de la mano con la reivindicación de sus derechos que, en esta investigación, se relacionan con mayor acceso a la información y a la educación. Estos derechos resultan ser claves para contribuir al desarrollo cultural de estas comunidades ya que permite a sus miembros el desarrollo de la identidad sorda sociocultural asociada a la comunidad, es decir, la posibilidad de pertenecer a un grupo con ideas, propuestas y sentimientos en común, propias de la cultura sorda de su ciudad o país (Padden y Humphries, 2005). Por lo tanto, desde la visión antropológica de la sordera, se plantea la necesidad constante de conquistar derechos sociales en pro de mayores y mejores condiciones de vida de las personas Sordas, en las cuales se les garantice el derecho lingüístico de usar una lengua distinta a la de la mayoría y aceptar todas las implicaciones que ello conlleva (Morales García, 2009). Según lo señalado por los participantes de este estudio, los derechos se relacionan con la necesidad de contar con intérpretes de la LSCh en diferentes situaciones sociales, la existencia de ofertas de trabajo para las personas Sordas, el derecho a contar con evaluaciones pertinentes a sus características para obtener su licencia de conducir y contar con espacios físicos donde la comunidad sorda pueda reunirse. En este sentido es importante destacar que "la cultura sorda es una de las pocas en las cuales sus miembros no son culturizados por sus familias, sino por grupos externos y compañeros" (Hidalgo, 2013, p. 84), por lo tanto, la disponibilidad de espacios físicos para reunirse es clave en el desarrollo cultural de este grupo humano. En palabras de De la Paz y Salamanca, "aquí es donde se organizan en lo social, político, deportivo y cultural, buscando este espacio para poder desarrollarse plenamente y fortalecerse como grupo" (2009, p.3).

Un cuarto elemento cultural destacado, se relaciona con las formas de aprender, los participantes mencionan la importancia de tener un modelo Sordo en su proceso de aprendizaje, porque así pueden interactuar con adultos que entienden la necesidad de desarrollar su visualidad a través de la lengua de señas, ya que los sordos son definidos como aprendices visuales que pueden adquirir la sincronización visual en su conversación (Gale y Schick, 2009). Además, el modelo Sordo les permite desarrollar conocimientos conceptuales y procedimentales teniendo de base la cultura sorda (Muñoz et al., 2018, p.10), lo cual resulta ser un aprendizaje más significativo y, por lo tanto, más útil para el desarrollo intelectual y práctico de la persona.

Por último, hay que destacar como elemento cultural distintivo y, que surge como un elemento emergente en este estudio, a la visualidad. Este estudio dejó en evidencia que es un elemento cultural que cobra relevancia en la cosmovisión de los miembros de estas comunidades, es decir, manifiestan conciencia de su presencia y lo valoran positivamente. La visualidad es un elemento cultural distintivo de las comunidades Sordas que, ha sido documentado desde hace varias décadas, ejemplo de esto son los estudios de Baker y Padden (1978) y Bahan (2009). Bau-man y Murray (2014), destacan la capacidad visual que han desarrollado las personas Sordas, sostienen que les permite una mayor capacidad para crear imágenes mentales de forma rápida, mejores habilidades de reconocimiento facial que se acentúan en comparación con las personas oyentes que tienden a prestar atención solo a lo que está directamente en frente de ellos (visión central), dejando la responsabilidad de capturar las actividades periféricas a sus oídos. Esta cualidad se advierte cuando los participantes de este estudio señalan que observan de manera más detallada las cosas, toman atención a los colores, las figuras, identifican elementos importantes para recordar lugares e información específica. En el ámbito educativo esta cualidad que desarrollan las personas Sordas constituye un desafío para los investigadores ya que existe poca información sobre cómo los profesores enseñan visualmente, cómo diseñan la pedagogía visual o cómo evalúan la enseñanza o los discursos visuales de los aprendices Sordos (Kuntze et al., 2014).

Para finalizar, hay que indicar que la investigación en temas de cultura e identidad Sorda desde las comunidades Sordas son escasas, para De Clerck (2012) es fundamental comenzar desde una postura epistemológica en donde los Sordos, que son sujetos de la investigación, deben tener una participación en la misma. Desde este punto de vista, esta investigación constituye un aporte para avanzar en este desafío.