Artículo de Investigación, Sección Dossier.
Improntas de la ruralidad en la educación inicial[i]
Imprints of Rurality in Early Childhood Education
Impressões da ruralidade na educação inicial
Autor:
Olga Lucía Olaya [ii]
Resúmen
Este relato pedagógico se aproxima a la organización del trabajo desarrollado durante 2019 en la Unidad de Atención a la primera infancia Manitas creativas, de modalidad propia de educación inicial de Colsubsidio[iii], en el Municipio de Chocontá, que opera en alianza con la Gobernación de Cundinamarca. Las estrategias pedagógicas que movilizan el juego e interacción con material visual, sonoro y corporal, a partir de la creación de momentos de aprendizaje propuestos por la maestra y la auxiliar pedagógica, se organizan mediante el agenciamiento del proyecto de aula "Si de bichos e insectos se trata", como un hallazgo temático que emerge de la observación y escucha atenta de los niños y las niñas. Gracias a este proyecto se logra identificar intereses que vinculen niños y niñas de 2 a 5 años en un aula multinivel, en línea con el reconocimiento de las singularidades del contexto rural en que se desarrollan. La consolidación de la propuesta se afianza desde la identidad de la maestra y auxiliar pedagógica de la Unidad, sus trayectorias de vida y sus conexiones con la ruralidad.
Palabras clave: proyecto de aula, ruralidad, educación inicial, trabajo con familias.
Abstract
This pedagogical reflection approaches the organization of the work developed during 2019 in the Early Childhood Care Unit Manitas creativas, of initial education of Colsubsidio, in the Municipality of Chocontá, which operates in partnership with the Gobernación de Cundinamarca. The pedagogical strategies that mobilize the playtime and interaction with visual, sound and body material, based on the creation of learning moments proposed by the teacher and the pedagogical assistant, are organized through the organization of the classroom project, "Si de bichos e insectos se trata", as a thematic finding that emerges from the observation and attentive listening of the boys and girls. Thanks to this project, it is possible to identify interests that link boys and girls aged 2 to 5 in a multilevel classroom, in line with the recognition of the singularities of the rural context in which they grow. The consolidation of the proposal is strengthened from the identity of the teacher and pedagogical assistant of the Unit, their trajectories of life, and their connections with rurality.
Palabras clave: classroom project, rurality, initial education, work with families.
Resumo
Este relato pedagógico se aproxima à organização do trabalho desenvolvido ao longo de 2019 na Unidade de Apoio à Primeira Infância Manitas creativas, de modalidade própria de educação inicial de Colsubsidio, no Município de Chocontá, que funciona em parceria com a Gobernación de Cundinamarca. As estratégias pedagógicas que mobilizam o lúdico e a interação com materiais visuais, sonoros e corporais, a partir da criação de momentos de aprendizagem propostos pelo professor e assistente pedagógico, são organizadas através da organização do projeto de sala de aula "Si de bichos e insectos se trata", como um achado temático que emerge da observação e escuta atenta dos meninos e meninas. Graças a este projeto, é possível identificar interesses que unem meninos e meninas de 2 a 5 anos em uma sala de aula multiní-vel, em consonância com o reconhecimento das singularidades do contexto rural em que se desenvolvem. A consolidação da proposta se fortalece a partir da identidade da professora e da assistente pedagógica da Unidade, de suas trajetórias de vida e de seus vínculos com a ruralidade.
Palabras clave: projeto de sala de aula, ruralidade, educação inicial, trabalho com as famílias.
Chocontá en lengua Chibcha significa "labranza del aliado bueno o huerta del buen vecino". Debido a las permanentes disputas entre el Zaque de Tunja y el Zipa de Funza, lo que hoy es Chocontá en ese entonces resultó ser el punto de equilibrio entre estos dos reinos que, para sus intercambios comerciales, olvidaron por un momento sus instintos guerreros, para comercializar en la noble villa de este municipio. (Concejo Municipal de Chocontá, 2012).
El municipio de Chocontá está ubicado al noroeste de Bogotá a 75 km de la capital del país. Cuenta con un área rural de 299,66 km y veintidós veredas[1]. Las temperaturas bajas acompañan durante el año a sus habitantes, oscilando entre los 6 y los 12 grados. Su actividad económica más reconocida es la producción de papa, y la siembra de leguminosas, alverja, fresas y se avizora una industria de flores en crecimiento.
En convenio con la Gobernación de Cundinamarca, Colsubsidio se ha consolidado como un aliado estratégico que se ha posicionado en la atención a la primera infancia en el municipio por más de siete años, sus apuestas pedagógicas representan un aporte para el abordaje de los contextos de municipios intermedios como Chocontá, donde la ruralidad habita a través de las formas de relación, las construcciones sociales sobre la educación y la promoción del trabajo tanto en red como en perspectiva de consolidación de tejido social.
Esto se concreta en las acciones que cobran vida en la Unidad de Atención Manitas Creativas de Colsubsidio, y en gran parte se apoya en el quehacer de la maestras Ana Carolina Jiménez y la auxiliar pedagógica Ana Milena López. Su vinculación a lo largo del proceso desde sus inicios; así como su compromiso ético y político frente a la implementación de la oferta de excelencia y calidad en perspectiva de derechos de cuidado, bienestar y desarrollo integral de niños y niñas menores de seis años del municipio; sumado a la lectura de las realidades desde la recuperación y puesta en escena de los saberes sobre la ruralidad, resultan ser esenciales en esta experiencia.
Este relato pedagógico hace una aproximación a la organización del trabajo desarrollado durante 2019 en la Unidad de Atención a la Primera Infancia Manitas creativas, de modalidad propia de educación inicial de Colsubsidio[2], en el municipio de Chocontá, que opera en alianza con la Gobernación de Cundinamarca. Las estrategias pedagógicas que movilizan el juego e interacción material visual, sonoro y corporal, a partir de la creación de momentos de aprendizaje propuestos por la maestra y la auxiliar pedagógica, se organizan mediante el agenciamiento del proyecto de aula, "Si de bichos e insectos se trata", como un hallazgo temático que emerge de la observación y escucha atenta de las niñas y los niños. Gracias a este proyecto se logra identificar intereses que vinculen niños y niñas de 2 a 5 años en un aula multinivel, en línea con el reconocimiento de las singularidades del contexto rural en que se desarrollan. La consolidación de la propuesta se afianza desde la identidad de la maestra y auxiliar pedagógica de la Unidad, sus trayectorias de vida, y conexiones con la ruralidad.
Una aproximación a la historia de consolidación de la Unidad de Atención
La educación inicial y la garantía de derechos para la primera infancia ha sido un campo de referencia para el municipio de Chocontá desde años atrás. Así, en el 2012 el Plan de Desarrollo Chocontá productiva, competitiva y sin pobreza había identificado la importancia de incidir en la población infantil menor a cinco años, con el fin de aportar a la disminución de la inequidad social a través de programas de atención integral a la primera infancia. Ya en el 2016, se construyen indicadores que permiten dar continuidad al respaldo de fomento y desarrollo a la educación inicial, aumentando al 96 % la cobertura y la atención a niños menores de seis años, como quedó consignado en el plan de desarrollo del municipio Usted y yo, mejor gestión para Chocontá (2016, p. 6).
En este contexto, la consolidación de la Unidad de Atención puede leerse como el resultado de un trasegar que ha ido de la mano de las decisiones de política pública local, las cuales han incluido diversas propuestas de servicios en el ámbito familiar e institucional ––en jardines infantiles, hogares comunitarios, etc.––, a la que se suma como una apuesta innovadora la modalidad propia de educación inicial de Colsubsidio.
Esta última propuesta nació como una oportunidad de atender a las particularidades de las niñas y los niños de las zonas rurales del municipio, por lo que se instaló justamente en un área veredal; con el tiempo, y gracias a la experiencia vivida, fue modificándose hasta asentarse actualmente en las instalaciones de la Alcaldía Municipal. Así lo relata la maestra Ana Milena López:
Recuerdo que tuvimos nuestra sede rural por llamarla así, en la Vereda Arizona; es una vereda muy bonita porque tiene vista al embalse del Sisga, esto fue en el 2015. Durante este año teníamos el apoyo de las personas, de los patrones que viven allí en ese punto, nos donaron tapetes, teníamos estadio, parque infantil, además de eso Colsubsidio dio un gran aporte y fue la modificación de la infraestructura. Se tuvo acceso a la adecuación en rampa, línea infantil en los baños, pintura para el salón, adecuación de las tomas corrientes y el apoyo de tantos maestros que estaban en la escuela y de los profesionales que estábamos de apoyo con Colsubsidio
Esa sede tuvo que cerrar porque el número de niños bajó al transitar a grado preescolar, la gran mayoría niños y niñas. Bajó la cobertura y se acabaron los niños del sector al que se apoyaba. Lo que llevó a que regresáramos nuevamente a la sede anterior en el caso urbano. Volvimos a empezar y debíamos completar el cupo, y aunque ya nos conocían porque habíamos estado desde el 2013, cambiamos de salón, pero estamos ubicados en la misma dirección. Debemos siempre trabajar fuertemente en la cobertura, por decirlo así; sí algún niño es retirado siempre ha sido por cambio de domicilio o por cosas realmente remotas, de pronto por salud o algo así, más que todo es por cambio de domicilio, pero siempre se ha mantenido la cobertura, ha tenido buena acogida, incluso hemos tenido que colocarlos en lista de espera para que no se sientan como rechazados. (Entrevista con la auxiliar pedagógica, 2019).
En el 2019, la Unidad de Atención Manitas Creativas se instaló en el segundo piso de la Casa de Desarrollo Social de la Alcaldía Municipal, donde cuentan con un salón iluminado y amplio. Esta ubicación resulta estratégica, ya que posibilita la gestión y colaboración, en articulación con los programas de educación especial[3], la ludoteca, la biblioteca municipal y la huerta comunitaria, entre otras iniciativas del municipio, gracias al liderazgo de las maestras y al acompañamiento profesional de los equipos técnicos de Colsubsidio. De allí que la Unidad se convierta en un punto de referencia para la comunidad y se destaque su lugar como parte de la oferta local de servicios para la garantía de derechos de las niñas y los niños.
No obstante, su nueva ubicación en la cabecera del municipio, la Unidad de Atención de la Modalidad Propia de Educación Inicial, se inscribe en un contexto cuya naturaleza rural es de un 99,52 % de su territorio, y fundamentalmente atiende a las niñas y los niños que provienen de veredas que pueden estar hasta a dos horas de distancia y que llegan hasta las instalaciones en una ruta financiada por la Alcaldía municipal, con un copago de las familias. Sumado a esto, la mayoría de los padres, madres, abuelos y familiares, trabajan en actividades productivas del campo, y algunos de los niños y las niñas participan de ellas como parte de su cotidianidad en familia.
De allí que la identidad de la Unidad esté marcada por el vínculo con la ruralidad y se oriente por la importancia de incidir en los contextos familiares, donde la filiación al territorio resulta crucial. Cada espacio de interlocución con la comunidad, con las familias o con las maestras hizo visible el estrecho vínculo en la ruralidad, por los lazos familiares que se extienden, el seguimiento a grupos de hermanos, soluciones de acogida a población migrante o a población flotante que participa de una economía dinámica como la que ofrece el campo en municipios como Chocontá, donde la ruralidad se expresa aun en el casco urbano donde opera.
En coherencia con esto, las acciones reconocen que:
La modalidad rural tiene particularidades que hacen que resulte crucial el vínculo con la comunidad, dado que una de las características de las escuelas rurales es que están constituidas por pocas familias con numerosos niños de diversas edades, que confluyen en sus aulas y que además permanecen varios años en el mismo curso, con el mismo docente, que es quien va siguiendo el proceso de cada uno en sus diferentes niveles. Por esto, como principio, tendremos que buscar que el intercambio entre los niños y los adultos (educadores y miembros de la comunidad) sea intenso, que interactúen entre sí creando un clima de expectativas, que despierte el interés y desarrolle las diversas posibilidades que se presentan en los proyectos que se generen. Para esto, la escuela necesitaría brindar un espacio donde todos se sientan a gusto y puedan relacionarse unos con otros, niños y adultos. (Unicef y oEi, 2018, p. 26).
La cualificación y actualización permanente de los modelos pedagógicos durante los últimos siete años ha llevado procesos de acompañamiento desde los lineamientos y documentos de trabajo orientados por el equipo central y las voces de niños, niñas, familias y maestras. Con esto se han implementado transiciones cada vez más argumentadas, críticas y reflexivas, con prácticas pedagógicas situadas, que interpelan la población rural en sus especificidades, necesidades, ilusiones y proyecciones. Por tanto, responden por la condición, situación e inclusión de las niñas y los niños que asisten a la Unidad de Atención Manitas Creativas, privilegiando su derecho al desarrollo integral, protección y bienestar.
Esta es una oferta mediada por la confianza, la familiaridad con que las maestras son ampliamente reconocidas por el municipio, tanto por padres de familia, como por agentes sociales, políticos y del campo cultural. Para lograr esta valoración y respeto, se ha privilegiado el seguimiento a los ritmos de cada familia y cada niño, al ser acompañados en las formas de resolver, decidir y llegar a la Unidad de Atención.
Este espacio de labranza del buen aliado, que evoca la naturaleza del nombre del municipio, pero que hace visible lo potente de la alianza de Colsubsidio con la Gobernación, pone de presente un trabajo constante que emerge de condiciones de proximidad tanto de las dos maestras como del equipo de acompañamiento pedagógico con las familias del municipio; así como las estrategias de valoración del desarrollo y atención psicosocial, con las que se generan marcos de corresponsabilidad que garantizan el ejercicio de los derechos de cuidado, protección y desarrollo integral para estos niños y niñas. Trabajo que se realiza con perspectivas de inclusión y acogida desde la diversidad intercultural, la pluralidad relacional y cognitiva, y los grupos etarios multinivel que anuda la modalidad propia.
La identidad de la maestra y la auxiliar pedagógica en relación con la propuesta educativa.
Ana Carolina Jiménez, nacida en Chocontá hace 34 años, vive en la vereda Tilatá frente al embalse del Sisga desde que nació. De niña tuvo la oportunidad de estudiar en una escuela rural unitaria. Cuando pasó a la básica secundaria iba hasta el casco urbano a Chocontá, en una ruta interveredal, hasta el Colegio Rufino Cuervo, del que se tituló como bachiller técnico en Recreación y Deporte. Posteriormente, decidió estudiar la Licenciatura en Básica Primaria con énfasis en Tecnología e Informática en la Universidad Luis Amigó, donde terminó estudios en el año 2010. En el 2012 entró a trabajar en el Jardín social de Chocontá, y hace parte de la transición entre la sede Arizona y la sede del casco urbano en la creación de la Unidad de Atención Manitas creativas.
Ana Milena López, nacida en Chocontá hace 26 años, auxiliar pedagógica, tan pronto cumplió los 18 años se vinculó como educadora a la modalidad de desarrollo infantil en medio familiar, que también era operada por Colsubsidio en el municipio. En su experiencia conjuga el trabajo realizado en el Colegio Rufino Cuervo, donde desarrolló sus prácticas con niñas y niños de básica primaria y con adultos mayores, como requisito para obtener su grado de bachiller técnico en Recreación y Deporte. A esto se suma una lista importante de procesos de formación entre los que se encuentran: farmacología y primeros auxilios; seguridad básica, vigilancia y competencias de un escolta; técnico en mantenimiento de cómputo y sistemas; y finalmente, licenciatura en Pedagogía Infantil. En el marco del desarrollo de sus estudios de licenciatura, se vincula a la Unidad de Atención Manitas Creativas.
Para Ana Carolina y Ana Milena la participación en la Unidad de Atención ha sido una oportunidad para construir y dar forma a sus concepciones sobre la educación inicial, su lugar como educadoras y las particularidades del trabajo pedagógico que demanda la interacción con niñas y niños menores de seis años. Desde allí, cuentan, por ejemplo, cómo han situado el abordaje de la recreación y el deporte en relación con el desarrollo corporal desde la lúdica, y su incidencia en el agenciamiento del aprendizaje en la primera infancia. Así mismo, cómo se particularizan las estrategias pedagógicas y se tejen interacciones con las niñas y los niños basadas en el juego, la creación, y la exploración.
Todo esto se atraviesa por una reflexión muy profunda sobre aquellos saberes y prácticas instituidos en los contextos rurales, en los que reconocen miradas arraigadas sobre la enseñanza tradicional y las formas de interacción que marcan límites en el contacto. Así, por ejemplo, Ana Milena señala que su proceso de formación como licenciada y de la inmersión en la ruralidad ya no como habitante solamente, sino como investigadora, le dejó ver estas situaciones, y recuerda:
Nosotras encontramos ciertas prácticas habituales: los docentes se sientan, entregan una guía que se viene manejando de hace 20 años; y era fácil contrastar porque yo misma había trabajado esas guías cuando estuve en la escuela rural, modelos de escuela unitaria. Al llegar con el proyecto de investigación hicimos preguntas sobre problemáticas identificadas en el aula: y decíamos ¿profe qué falencia tiene?, ellas nos respondían: "no, no saben sumar". Entonces llegábamos nosotras con nuestra propuesta a innovar, creamos una máquina de sumas y no dijimos vamos a sumar 3 más 4, 5 más 6, sino que hicimos antes un proceso de actividad corporal, como hacer 2, 3 volteretas, una barra de equilibrio, llevar un paquete, ese paquete tenía cierta cantidad de tapas por ejemplo, luego pasábamos al siguiente nivel, teníamos que hacer una golosa, recogían el segundo paquete, lo vaciaban allá, hacíamos una suma total y los niños lograban aprender.
Además de eso se tiene una cultura local de raigambre machista en la parte rural, en la parte urbana también, pero no se ve tan marcado como en el rural, y decíamos; "hagan un círculo" y los niños no tocaban de las manos a las niñas, y las niñas no querían cogerse de las manos a los niños, y empezamos a romper esa barrera. A hacer juegos de tormentas, rompehielos, y al final logramos que se vincularan unos con otros, que respetaran su cuerpo, que se respetaran como mujer, como hombre, como padres que son.
La visión patriarcal que tienen ellos es que el hombre es el que va a hacer cultivador, que responda por la familia y la mujer es la que va a hacer madre cabeza de familia, la que tiene los hijos y la que cuida a los hijos y ya. (Entrevista con la auxiliar pedagógica, 2019).
Desde estas lecturas, y al poner en contexto las particularidades de las familias de las niñas y los niños que asisten a la Unidad de Atención, Ana Carolina y Ana Milena han compartido transformaciones en las relaciones dentro y fuera de este espacio, que se expresan en cambios actitudinales y comportamentales frente a la expresión de afecto y la solución de conflictos.
Sus reflexiones interpelan los programas municipales para el desarrollo de la atención integral a la primera infancia, llevándolas a generar perspectivas de compromiso ético-político, con liderazgos comunitarios que permitan vislumbrar cambios en el municipio con la resolución de problemas reales de las familias, que transformen los contextos de pobreza hacia el desarrollo de emprendimientos, a través de proyectos sostenibles.
En su discurso esto se expresa en referencias, como esta de la auxiliar pedagógica:
Siempre he querido sacar mí sector y la parte rural adelante. La parte urbana también tiene unos casos muy difíciles, pero se está perdiendo el amor por el campo y lo que estamos haciendo los hijos de la parte urbana, es, si no tenemos los medios, sí no tenemos las herramientas, sí no sabemos qué vamos a hacer o en qué vocación o profesión nos queremos formar, lo que hacemos es perdernos en el alcohol, en el cigarrillo, tantas porquerías que hay para los adolescentes y para los niños, porque ya hasta los niños están cayendo en las manos de los criminales, hay niños hasta de ocho años que ya se encuentran consumiendo actualmente y es triste. Es importante que salgamos del campo a adquirir conocimientos, nos tecnifiquemos y nos devolvamos a producir nuestro campo. Siempre he tenido un liderazgo y siempre he tenido en cuenta que los niños son el presente y el futuro. (Entrevista con auxiliar pedagógica, 2019).
Todo esto busca recoger en la formulación y materialización del proyecto de aula; al que cada año dan forma desde la apertura a reconocer los intereses, los saberes y las comprensiones de las niñas y los niños; y al que, intencionalmente, buscan vincular a las familias, siempre con la perspectiva de traer el territorio y el acervo cultural al aula, así como de generar tejido para potenciar el sentido comunitario propio de la ruralidad.
Improntas pedagógicas frente a la Modalidad Propia de Educación Inicial
Un aula multinivel, como Manitas Creativas, comparte un proceso de planeación a través del proyecto de aula emergente[4], donde la ruta es demarcada por la atenta escucha a las interacciones de los niños con su entorno año tras año. Cuando estaban en el embalse del Sisga en la vereda Arizona se movilizó el proyecto durante el año en torno al agua; en el 2017 "la granja y sus animales domésticos dieron un año a profundidad de importantes conocimientos. En el 2018 se trabajó sobre "lo que saben los abuelos", y esto llevo a un acercamiento sensible y respetuoso a los mayores. Y este 2019 "...si de bichos e insectos se trata", como un hallazgo temático que suspendía su atención al encontrar animalitos en la huerta y permitía encontrar pretextos de indagación todo el año.
Estos proyectos se han ido consolidando sobre la posibilidad de agudizar la observación y los sentidos, así como promover la investigación en temas donde las familias, las niñas, los niños, la maestra y la auxiliar pedagógica, dado que los lleva a todos a profundizar en las posibles explicaciones y respuestas sobre el mundo de la vida, las relaciones, las tradiciones y la historia. Todo esto, en contacto con la naturaleza, los libros, las imágenes, videos, las expresiones artísticas, y la corporalidad, como formas de agenciar el conocimiento y de movilizar capacidades.
A veces pensamos que los niños no necesitan profundizar sobre los temas que abordamos y se da información inexacta, por no indagar por nuestra cuenta; un proyecto de aula dinamiza también procesos de investigación y lectura multitemática en los maestros; este llamado al cuidado de la información se hace siempre en los proyectos de aula. (Comunicación personal profesional en pedagogía, 2019).
Además de esto, la flexibilidad y apertura aparecen como características fundamentales, que, de acuerdo con Ana Carolina y Ana Milena, les permiten desprenderse de la intencionalidad de enseñar contenidos específicos y desplazarse hacia la promoción del desarrollo y el aprendizaje de las niñas y los niños. Así, el proyecto de este año fue una adaptación a la planeación prevista. Se empezaba disponiendo múltiples actividades significativas, en primera instancia sugeridas por las dos maestras o por el equipo central, desde allí se indagó por los gustos y necesidades de cada uno; cuando suspendían una actividad o se adherían a otra, con qué objetos había mayor vinculación. De repente se cambiaron los planes y las actividades cambiaron con la aparición de una araña, que conmocionó el encuentro e hizo que lo planeado se transformara y diera un giro. Así lo recuerda la maestra de esta Unidad de Atención, quien narra:
[...] "una araña profe, una araña y todos... !!!una araña!!!", entonces, no faltaba el niño que ya le iba a colocar el pie encima, entonces nosotras, dijimos; son seres vivos, son seres que pertenecen a nuestro sistema, por algo es por lo que están aquí, de pronto pertenecen a la cadena de alimentación o de pronto vienen a tomar un balance en el ecosistema, tenemos que analizar por qué está aquí la araña [...].
Entonces paso así y ahora en la casa, "papá no mate esa araña", que día se entró una mariposa al salón y todos correteen y correteen y se perdió la atención de la profe, el centro de atención era la mariposa y empezaron a preguntarle; vamos a observar; ¿cuántas patas tiene la mariposa?, ¿de qué color son las alas?, ¿por qué la mariposa sí vuela y la araña no vuela?, casi siempre pasaba que un bicho o insecto se acercaba y ellos perdían total atención a la actividad que se estuviera haciendo. En ese momento surge el título de nuestro proyecto que es: "si de bichos e insectos se trata", y se empezaron a montar unos objetivos, finalmente el objetivo general que se trazó, en un inició, no fue el que se trató porque los niños día tras día, le damos pie a un bicho para abarcar mucho más en ese tema.
Pensé que conocía mucho de los insectos y mentiras, hay muchas clases, muchas familias, en este momento estamos tratando los himenópteros (abejas, avispas y hormigas), y aun así también tuvimos que salirnos de esa familia que escogimos, porque los niños presentan gustos por otros y tratamos de que la familia que trabajáramos tuviera relación con los bichos o insectos del entorno de los niños y de nuestro entorno.
Entonces dentro de los bichos que hay en nuestro entorno, se nos salía de esa familia y el que trabajamos la semana pasada fue el saltamontes. Los llena a ellos y ellas, buscan casi siempre identificarse y sí uno no planea disfraces, si uno no plantea pintucaritas con ellos para identificar cada uno de estos insectos, entonces no quedan conformes. (Entrevista con maestra, 2019).
Al respecto, dice la auxiliar pedagógica:
[…] sí puedo ejecutar lo que está planeado o no, no es lo importante, es ver a un niño satisfecho y feliz, y en mi caso yo me caracterizo y te lo puede decir Carolina, a mí nunca me ha dado miedo que vengan los padres de familia a ver la ejecución de una actividad. Y nunca me ha dado miedo que la pedagoga revise la planeación o los padres vengan y "uy profe es que esto estaba planeado y usted está haciendo algo diferente", está ejecutando algo diferente".
A veces me tiro al piso y se me suben cinco, diaz niños y caballito, caballito, a veces me gusta la parte de la competencia educativa, entonces ponerles un punto de inicio y otro punto de llegada, y decirles; "se van los dos corriendo a ver quién llega primero" y empezar a decirles; "no siempre cuando se pierde es malo, porque aun cuando perdemos aprendemos". Entonces yo digo que lo principal es que el niño sea feliz, darles esa tranquilidad, seguridad y confianza que a veces no tienen en la casa. (Entrevista con auxiliar pedagógica, 2019).
En medio de esto, resulta muy importante instalar la reflexión sobre la felicidad a la que refiere el relato, en la medida en que, si bien es indiscutible su lugar en relación con el placer y el goce de compartir con otros en la educación inicial, resulta vital tener presente siempre los aportes y contribuciones específicas al desarrollo de las niñas y los niños. En este sentido, el modelo educativo y cultural de Colsubsidio puede buscar hacer más explícitas estas comprensiones, desde la generación de orientaciones centradas en la definición de intencionalidades pedagógicas que precisen las transformaciones y aportes en torno al desarrollo infantil, que al mismo tiempo refrenden el valor de la felicidad, la seguridad afectiva y la confianza.
Finalmente, las maestras Ana Carolina y Ana Milena reconocen que, la modalidad propia de educación inicial, a diferencia de otras modalidades u ofertas de otras Cajas de Compensación o de la misma Caja de Compensación en otros programas, es muy enriquecedora porque al tener niños de diferentes edades, en este caso de dos a cinco años, dentro de una misma aula hay una oportunidad sensacional.
Vemos como el jaloneo por decirlo así, de los niños más grandes que se llevan a los pequeños y cuando te das cuenta no importa la edad, de pronto el de dos años resulta haciendo lo que hace el de cinco, entonces casi siempre se ha prestado para positivo en el caso de mi unidad, que no se ha tenido ese límite o esa diferencia. Que de pronto algunas profes dicen, "de pronto hacemos la sesión en la exigencia que se le hace a cada niño" y aquí ni siquiera hemos tenido la necesidad de hacer la sección.
A nivel general nosotras siempre hemos tenido la intención de fortalecerlo a través de las actividades que se planean, de que si de pronto la parte más débil o la parte a fortalecer, es la parte comunicativa, ¿nosotros cómo podemos fortalecer?, a través del cuento, de la narración, a través de la música y todas las herramientas que son innatas de nosotros y que son herramientas de diario. (Entrevista con la maestra y auxiliar pedagógica, 2019).
La vinculación de las familias y sus contribuciones a la consolidación de la propuesta educativa
Cuando se pregun las familias, por qué escogieron esta Unidad de Atención y no otra, las respuestas dan cuenta de la importancia que dan a establecer o enriquecer vínculos cercanos con las maestras, que les llevan a sentir confianza en su trabajo y a fomentar la idea de una comunidad educativa que se vincula desde el territorio y su historia. Por esto exaltan lo significativo de saber que las maestras son mujeres que conocen por ser habitantes del municipio, y en este sentido, dejan ver la importancia que tiene la proximidad con el territorio y el acervo cultural como un elemento fundamental de las acciones educativas.
Las familias cuando aluden a la proximidad de la Unidad a sus casas no solo expresan vínculos de territorio, sino de afecto, conocimiento, autoridad y confianza. Los padres y abuelos valoran los horarios de 7:00 a.m. a 1:00 p.m., ya que en otros jardines, por responder a las prácticas laborales, han ampliado el horario hasta las 4:00 p.m. o 7:00 p.m., para que los padres de familia puedan trabajar en los jornales de los cultivos de flores. Por lo tanto, mencionan que el salir al medio día les permite exigirse mayor tiempo y permanencia de crianza con ellos, y, si es necesario, cambiar las jornadas laborales. Esto habla de la importancia y la conciencia instalada en el municipio de las necesidades de la infancia.
La coexistencia con otros modelos de oferta les ha permitido contrastar interacciones, modos de relación y cuidado. Algunos padres de familia reconocen que las metodologías que propone la Unidad de Atención Manitas Creativas inciden emocionalmente en la estabilidad de las niñas y los niños, pues han experimentado procesos de adaptación y gusto por participar de lo que se les ofrece en la Unidad de Atención, ellos dicen:
[…] aquí si se adaptan, tienen buenos modales y valores. No deja que nadie la maltrate, siempre quiere aprender y agenciar nuevos conocimientos. (Grupo focal con familias, 2019).
Las familias reconocen que en la Unidad de Atención se ratifica su capacidad de agencia en el desarrollo colaborativo de proyectos con las niñas y los niños, se recuperan sus saberes y se abren invitaciones permanentes a participar en el proyecto de aula. Así, hablan de las acciones del proyecto con entusiasmo, y plantean cómo han dinamizado en ellas formas de contribuir con el desarrollo integral en torno a las necesidades de los pequeños, en la creación de disfraces, la indagación acerca del mundo natural y la generación de intercambios sobre el cuidado de la naturaleza.
Al respecto, una madre que asistió al grupo focal, programado en el marco de la sistematización, compartió que los talleres de lectura que promovieron con ellos les permitieron acercarse más a los proyectos, prestar más atención a lo que les gusta a sus niños, ampliar su lenguaje, conocer nuevas palabras, hablar más con ellos, cambiar las actividades en casa de forma más frecuente, pero además les gusta hacer tareas (disfraces, búsquedas de información sobre el proyecto y los animales, específicamente los insectos que están estudiando), que incluso ellos no vivieron en las edades en que están sus nietos o hijos, por tanto, resaltan con entusiasmo vincularse a las tareas y sumarse al reto de educación de sus niñas y niños. Como resultado, los padres, madres, abuelos y cuidadores se sienten parte de los procesos de desarrollo y aprendizaje al ser interpelados por la maestra y la auxiliar pedagógica, así mismo con el equipo interdisciplinar con el que tienen contacto eventualmente.
Desde otra arista de la vinculación de la Unidad de Atención con las familias, la maestra y la auxiliar pedagógica mantienen una atenta lectura de las niñas y los niños, quienes desde sus modos de ser y estar en el jardín pueden revelar algunas problemáticas intrafamiliares y, gracias a los lazos de confianza y la proximidad vecinal, las maestras sugieren acompañamiento a procesos de orden psicológico o social de las niñas y los niños con especial acogida y puesta en valor como esquema de desarrollo esperado.
La sociedad ha perdido un poco la autoridad sobre los niños. Ahora somos padres o madres jóvenes, padres cabeza de familia, padres que no responden o también hay casos que se han visto en que la madre no responde y está a cargo el papá. Entonces tendemos a victimizar a estos niños y lo que hacemos es sobreprotegerlos, a los que sobreprotegen no les damos el contacto con el mundo exterior. Entonces, sí salen el frío les hace daño, sí se relacionan con otros niños, no tienen las defensas adecuadas para soportar virus, bacterias; los queremos mantener en las casas, las abueli-tas los miman y se pasan de sobreprotectoras, no entienden que el proceso de adaptación puede durar una semana, un mes, o hasta tres meses.
En algunos casos hay niños o niñas que no hacen un buen proceso de adaptación, no los traen todos los días, sino que es intermitente su asistencia y finalmente resuelven retirarlos, sin darles el espacio de que se queme esta etapa de adaptación. Hay que cambiar un poco la cultura de pautas de crianza; de, qué es querer a nuestro hijo y no confundirlo con sobreprotegerlo, sino darles unas herramientas para que ellos puedan salir a explorar el mundo, a explorar el municipio o su entorno y otras formas de ser, estar y participar [...]. (Entrevista con la maestra, 2019).
La coexistencia de percepciones conservadoras sobre lo esperado en la educación inicial, viene siendo interpelado por el modelo pedagógico de Colsubsidio, con el cual al triangular la experiencia de formación en escuelas unitarias en la infancia de las maestras; los procesos de investigación de los contextos de ruralidad dispersa, desarrollados en los procesos de formación profesional; y los giros de la política de estos nueve años, con la singularidad de la Modalidad Propia, moviliza intencionalidades hacia reflexiones situadas.
Es muy importante la creación de herramientas pedagógicas, didácticas y relacionales que nutren el dialogo con las familias, fortalecen sus imaginarios y concepciones de infancia, desde la impronta de la ruralidad. Desde los perfiles de maestras altamente calificadas y comprometidas ética y políticamente con el desarrollo de oportunidades se modela día a día el cambio en su municipio, por supuesto desde el acceso a giros pedagógicos que inciden en la transformación de prácticas y percepciones por parte de las familias o de otros maestros.
La auxiliar pedagógica Ana Milena, al haber desarrollado el proyecto de investigación del pregrado en áreas de difícil acceso en ruralidad dispersa, indaga en torno a la transformación de prácticas y resalta:
[…] acceder a las escuelas rurales de Hato Fiero Alto, donde nadie llega y son el límite de otros municipios, o de otras veredas, de otros barrios de otros sectores, obliga a trabajar con las prácticas de maestros y en especial con las familias movilizando algunos modos de anquilosamiento de las aulas y los métodos de trabajo con los niños menores de seis años. (Umbarila, López y Umbarila, 2018, p. 60).
Por otra parte, es fundamental incidir desde la educación inicial en indicadores de desarrollo humano, dignificando los proyectos de vida de las familias, proyectando en presente condiciones y oportunidades sensibles a las múltiples dificultades, que el contexto permite leer y a los cuales no se les puede dar la espalda al trabajar con las familias.
La educación inicial debe indagar sobre aquello que sucede; acompañar a identificar perspectivas de desarrollo y de oportunidades para las familias y comunidades; abrir frentes de trabajo, y empoderar a madres y padres para transformar las realidades sociales que interfieren en el despliegue de su pleno potencial. s.
[…] sí, me gustaría mucho apostar a recuperar la familia, recuperar la percepción de mujer, transformar el rol de la mujer en la familia, reconocer herramientas para poder sacar adelante a las familias, aunque los padres hombres no están.
[…] pero también trabajar con hombres, padres de familia que no reciben el apoyo de su pareja como mujer y por tanto requieren herramientas de apoyo que, como docentes desde las mismas guías, o las mismas estrategias que han venido trayendo las diferentes escuelas, puedan nutrir vacíos de crianza, o de manejo y trato que nutra las relaciones Padre-hijo" […].
Las pautas de crianza son muy importantes de trabajar con las familias, los límites, el dialogo, el buen trato y los modos de relacionarse con los adultos. (Entrevista con auxiliar pedagógica, 2019).
A manera de conclusión
Colsubsidio tiene un especial reconocimiento en el municipio, gracias al compromiso de sus maestras, al modelo de gestión, a los equipos interdisciplinares de apoyo integral para las niñas y los niños, así como a la afectuosa relación de los profesionales del equipo central, al establecer interacción comunitaria con las familias.
Esto ha sido posible gracias al trabajo que se moviliza y genera improntas, labra procesos de transformación; no desde el poder que otorga la institucionalidad, sino desde la empatía que dialoga con el contexto rural del que hace parte. Especialmente, conmueve las perspectivas de desarrollo donde en la base de una utopía está la familia como núcleo de transformación al reconocer necesidades vitales. La oportunidad de trabajar con las familias de las niñas y los niños que participan de la atención en la modalidad propia, es movilizador, pues configura las acciones más pequeñas en oportunidades de crecimiento comunitario. El juego, la participación y las decisiones que enmarcan desde la cotidianidad en la indagación por mundos posibles promueven cambios de pensamiento.
La experiencia relatada es muestra de la construcción del saber pedagógico en la educación inicial, en la medida en que expresa cómo
la construcción del saber de las maestras de primera infancia surge de la relación entre la práctica, la reflexión y el bagaje, donde la práctica se configura en la cotidianidad, la reflexión en el proceso de diálogo sobre dicha cotidianidad y el bagaje que recoge la formación, el saber acumulado por la profesión y la historia de cada maestra. (DeTezanos, 2007, citado en MEN, 2017)
El pensamiento de maestras rurales comprometidas con su entorno cultural, requiere de múltiples registros y de pluralizar los recorridos pedagógicos posibles, a través de documentaciones longitudinales, donde se pueda hacer seguimiento a lo emergente, a las incertidumbres que les habita, al descubrimiento cotidiano, al dialogo de intimidad y relación intergeneracional, así como identificar modos de construcción pedagógica desde la empatía y modos de reconstrucción desde el dialogo y la participación de niños, niñas y familias.
Así mismo, es fundamental indagar por la forma de interpelar la rura-lidad desde lo real y lo imaginario; lo que permanece y lo transitorio en sus prácticas e interacciones cotidianas; interpelar por las construcciones identitarias enriquecidas por trabajos de estudios culturales y de género; poder develar singularidades desde el casco urbano de municipios que ofrecen procesos de atención integral a la primera infancia desde una Unidad de Atención Multinivel y todas sus potencialidades, a partir de una observación participante de corte longitudinal, no focal. Ahondar en proceso de acompañamiento sobre el ser y el estar, con niños y niñas, haciendo visibles uno a uno, mediante procesos etnográficos, que den alcance a que no haya niños invisibles, ni familias apáticas. Implicar procesos de vida y de crecimiento en familia, desde nuevas comprensiones de la primera infancia.
Referencias
Notas Iniciales (Relacionadas con la autora y las entidades/instituciones relacionadas con el artículo)
[i]Este artículo fue publicado en el libro Cosechar saberes y prácticas sobre la educación inicial ISBN EPUB 978-958-52630-3-1, PDF 978-958-52630-2-4 los sellos editoriales autorizaron el uso para la publicación en la revista.
[ii]Docente-investigadora de la Fundación Cinde. Este relato pedagógico ha sido elaborado en el marco de la Alianza estratégica AC-2019-CC2019-002423-N01 establecida con la Caja Colombiana de Subsidio Familiar Colsubsidio. La mencionada Alianza está orientada a aunar esfuerzos y recursos para realizar un proceso de sistematización de las prácticas pedagógicas, con y para la primera infancia, orientadas por Colsubsidio, de tal manera que se recupere la memoria, el sentido y las formas asumidas en los programas de Jardines Sociales y de Modalidad Propia; dos de los proyectos con más trayectoria en Bogotá y Cundinamarca desarrollados por la Sección de Educación Inicial de la Gerencia de Educación y Cultura de Colsubsidio.
[iii]El programa de modalidad propia de educación inicial implementado por Colsubsidio en Convenio con la Gobernación de Cundinamarca es una propuesta de atención que está abierta a la participación simultánea de hasta treinta niñas y niños de dos a cinco años, bajo un esquema de organización multinivel. Operativamente, funciona de lunes a viernes entre las 7 a.m. y la 1 p.m., en instalaciones destinadas por las Alcaldías Locales de cada municipio. El liderazgo de la atención es asumido por una maestra y una auxiliar pedagógica, que reciben acompañamiento permanente situado y virtual, de un equipo interdisciplinar que incluye distintos profesionales: psicosocial, salud y nutrición, pedagógico, especialista en desarrollo, administrativo y de gestión.
Notas de pie de página
[1]https://choconta.wordpress.com/informacion-generaldivision-politica
[2] El programa de modalidad propia de educación inicial implementado por Colsubsidio en Convenio con la Gobernación de Cundinamarca es una propuesta de atención que está abierta a la participación simultánea de hasta treinta niñas y niños de dos a cinco años, bajo un esquema de organización multinivel. Operativamente, funciona de lunes a viernes entre las 7 a.m. y la 1 p.m., en instalaciones destinadas por las alcaldías locales de cada municipio. El liderazgo de la atención es asumido por una maestra y una auxiliar pedagógica, que reciben acompaña-miento permanente situado y virtual, de un equipo interdisciplinar que incluye distintos profesionales: psicosocial, salud y nutrición, pedagógico, especia-lista en desarrollo, administrativo y de gestión.
[3] Programas que se desarrollan por parte del municipio en la Casa de Desarrollo Social de la Alcaldía, donde cuentan con profesionales que atienden población en condiciones excepcionales, o especiales, bien sea por desarrollo cognitivo, motriz o de lenguaje, y hacen terapias que apoyan la atención integral de los participantes de la Unidad de Atención Manitas creativas.
[4] Proyecto de aula emergente, alude a aquellos proyectos que surgen de la atenta escucha y la cuidadosa observación de los intereses de las niñas y los niños, y que se construye conforme a ello, de manera flexible y con la intención de nutrir progresivamente las decisiones y acciones.