Semillas y raíces: un lugar donde converge el trabajo social, la emancipación y la educación popular
Mariana Castañeda Castañeda1
Francy Daniela Martin Marin2
Resumen
Este artículo pretende articular saberes filosóficos al trabajo social, vinculándolo con la fundación “Semillas y raíces” ubicada en la comuna 4 (Altos de Cazucá) del municipio de Soacha. Entendiendo los procesos comunitarios que se realizan en la institución como emancipatorios desde los factores políticos y estéticos; viendo lo político desde la participación y visibilización en otros espacios, y lo estético desde la transformación de espacios y estructuras que hacen desde lo artístico, también generando una nueva forma de ver el mundo a través de una nueva repartición de lo sensible. Teniendo en cuenta que se basa en la educación popular; ya que, se construye un lugar de encuentro diferente para el aprendizaje y la enseñanza, enfocados en la construcción de las corporeidades de los NNA (niñas, niños y adolescentes) pertenecientes a la fundación.
Palabras clave:
Trabajo social, emancipación, emancipación estética, emancipación política, educación popular, corporeidad.
Seeds and roots: a place where social work, emancipation and popular education converge
Abstract
This article aims to articulate philosophical knowledge to social work, linking it with the “Semillas y Raíces” (Seeds and Roots) Foundation located in Commune 4 (Altos de Cazucá) in Soacha, Colombia. The community processes that occur in this non-profit are emancipatory, due to their political and aesthetic factors. The political is viewed through the lens of participation and visibility in other spaces, while the aesthetic involves the transformation of spaces and structures through artistic interventions, which in turn generates a new way of seeing the world through a new distribution of sensorial experiences. The work carried out by “Semillas y Raíces” is focused on popular education, given that it creates a different meeting place for learning and teaching while focused on the construction of the corporalities of the children and adolescents who are part of this organization.
Keywords:
Social work, emancipation, aesthetic emancipation, political emancipation, popular education, corporality.
Semillas y raíces: um lugar onde converge o trabalho social, a emancipação e a educação popular
Resumo
Este artigo pretende articular saberes filosóficos ao trabalho social, vinculando-o à Fundação “Semillas y raíces” localizada na comuna 4 (Altos de Cazucá) no município de Soacha. Entender os processos comunitários realizados na instituição como emancipatórios a partir de fatores políticos e estéticos; ver o aspecto político a partir da participação e visibilidade em outros espaços; e o aspecto estético a partir da transformação de espaços e estruturas que fazem a partir do artístico, gerando também uma nova forma de ver o mundo através de una nova distribuição do sensível. Levando em consideração que se baseia na educação popular, já que se constrói um lugar de encontro diferente para a aprendizagem e o ensino, voltados para a construção da corporeidade dos NNA (meninas, meninos e adolescentes) pertencentes à fundação.
Palavras-chave:
Trabalho social; emancipação; emancipação estética; emancipação política; educação popular; corporeidade.
Antecedentes
La alcaldía de Soacha (2015) entiende que la historia del municipio de Soacha se remonta a épocas precolombinas, cuando la región estaba habitada por diversas comunidades indígenas, principalmente los Muiscas. El 27 de septiembre de 1600 se fundó el pueblo, por Alonso de Soacha. Durante la época colonial, el municipio fue un importante centro agrícola y ganadero; su economía se basaba en la producción de maíz, trigo y hortalizas.
En el siglo XX, Soacha experimentó un rápido crecimiento demográfico debido a la migración de personas desde el campo hacia la ciudad en busca de mejores oportunidades. En la década de 1970, se estableció la Zona Industrial de Cazucá, que atrajo a numerosas industrias y empresas, convirtiendo a Soacha en un importante centro industrial generando empleos donde el 55% de los trabajadores y trabajadoras provenían de Bogotá y municipios aledaños y solo el 45% eran residentes del municipio. Sin embargo, también enfrentó desafíos relacionados con la pobreza, la falta de infraestructura básica y la violencia. Durante el conflicto armado en Colombia (1925-1958), Soacha fue afectada por la presencia de grupos guerrilleros y paramilitares, lo que generó desplazamiento forzado y violencia en la zona.
En los últimos años, se han implementado diversos proyectos de desarrollo para mejorar la calidad de vida de sus habitantes, incluyendo la construcción de viviendas, mejoras en la infraestructura vial, educativa y la implementación de programas sociales, pero estas acciones, solo se ven reflejadas en el papel, por esta razón los habitantes del municipio han buscado diversas maneras de subsanar los vacíos que hay en las políticas que se plantean desde la alcaldía.
Ante este contexto al ver las situaciones negativas que acoge el municipio, una de las habitantes destacadas de la comunidad, es Luz Herrera, una líder social que decidió abrir la fundación llamada “Semillas y Raíces” enfocada en ayudar a los niños, niñas y jóvenes realizando procesos de resignificación de espacios, formación de líderes, educación artística y desarrollo de habilidades sociales.
La fundación inició como una promesa de Luz hacia su entonces recién nacido hijo, para mejorar el espacio en el que iba a crecer y darle la mejor calidad de vida que pudiese. Ella comenzó su labor empatizando con los habitantes de su cuadra que eran consumidores activos de sustancias psicoactivas, ofreciéndoles tintos, comida o, simplemente hablando, con ellos, con el fin de que estas personas se movilizaran hacia otro espacio, esta labor generó amenazas por parte de los grupos organizados de la zona, llegaron por diferentes medios como mensajes de texto o personalmente, atentando no solo hacia su integridad sino también hacia la de su familia. En diciembre del 2015, 7 de velitas, Luz escuchaba estallidos en la cuadra, que confundió con pólvora, pero eran disparos. Esta situación la impulsó a realizar novenas para brindar un espacio seguro y además le permitió conocer a los niños y niñas interesados en hacer parte del proyecto que se tenía pronosticado en ese momento, siendo este el curso de guitarra, pero a medida que iban avanzando las clases se evidenció que en estos espacios se podría generar conciencia en valores, higiene personal y demás expresiones artísticas.
Según “Luz Herrera” relata que “un día cualquiera que fue un sábado, porque trabajamos solamente los sábados y a él (Manuel el esposo de Luz) se le ocurrió sacarla la guitarra, para que todos los pelados conocieran ese instrumento, y de pronto así se motivaron para tocar, porque no les interesaba la guitarra, entonces se hizo un grupito en círculo y empezó a pasar el instrumento. Pero no sabían que era un instrumento, pero sí un arma. ¿Ves qué fuerte?”.
Por esto mismo, la fundación se convierte en un espacio seguro y de aprendizaje colectivo, ya que proporciona un lugar físico donde las juventudes pertenecientes a Cazuca pueden aprender y socializar de manera diferente a lo que el contexto les ha permitido porque les permite tener un desarrollo de habilidades enfocándose también en el cuidado y apropiación del barrio y de sí mismos, generando un ambiente de colectividad, donde nadie sea excluido, construyendo desde las diferencias e impulsando el proyecto de vida de los NNA, de esta manera se entiende que la fundación brinda una educación alterna a lo que ofrecen los colegios ubicados en Soacha, así mismo esto permite comparar ambas formas de educación.
Teniendo en cuenta lo anterior, se entiende que los niños, niñas y jóvenes que asisten a la fundación se encuentran inmersos en estructuras homogeneizantes, como son los colegios públicos que siguen procesos educativos estandarizados a nivel nacional. Estos procesos pueden llegar a convertir a los estudiantes en sujetos mercantilizados que trabajan en beneficio de un sistema económico capitalista. Como consecuencia, esto tiene el efecto de mutilar o castrar parte de la corporeidad de las personas que asisten a dichos lugares, no solo haciendo énfasis en sus conocimientos y saberes, sino también sobre su proyecto de vida; ya que, desde este sistema se proponen unos estándares de lo que se considera una vida con éxito (título universitario, trabajo estable, casa propia, etc.) y una vida de fracaso, de esta manera influye en la perspectiva que ellos tienen de su futuro.
“En ese sentido, hablamos de una educación etnocentrista y colonial como instrumento de dominación, opresión y manipulación, que convierte el conocimiento en información externa, almacenable y cuantificable, olvidando así, que el conocimiento es la expresión de las distintas formas de interpretación y comprensión de la realidad” (Sepúlveda, 1996, citado por Moreno, 2022, p. 44).
Por lo tanto, Semillas y Raíces es un lugar que, a pesar de no hacerlo de una manera consciente, contrarrestar acciones homogeneizantes desde sus procesos. A continuación, se analiza cómo estos procesos artísticos llevados a cabo en la fundación se convierten en una herramienta de emancipación para los NNA, sobre estos espacios de educación formal.
Educación desde semillas y raíces
Laura Quintana (2020), que concibe la emancipación como la ruptura de las limitaciones o potenciación de la corporeidad, dependiendo de las estructuras en las que se desarrolla una persona. Esta emancipación también afecta la distribución de lo sensible, alterando sensaciones, percepciones y emociones. No obstante, estos efectos pueden contrarrestarse mediante acciones colectivas que brindan una percepción diferente del mundo y generan nuevos encuentros a través de la corporalidad (p. 23).
Es pertinente explicar la definición de corporalidad y corporeidad teniendo en cuenta que tanto Laura Quintana y Ranciere no tienen una definición, por lo tanto, José Antonio Marina, en su libro Corporalidad y educación (1998), establece una diferencia entre estos dos conceptos, entendiendo la “corporeidad” como un concepto amplio que se refiere al cuerpo humano en su totalidad, incluyendo las dimensiones física, emocional, social y cultural. Es la forma en que el cuerpo es vivido y experimentado por el sujeto. Por otro lado, “corporalidad” es un concepto más específico que se refiere al cuerpo físico, en su aspecto material y funcional, que puede ser estudiado desde una perspectiva científica. Por lo tanto, se puede decir que la corporalidad es la condición física y material del cuerpo humano, es tangible y observable, tiene en cuenta las funciones fisiológicas y materiales, también se reconoce como el cuerpo que existe en el mundo físico y cómo interactúa con otros objetos y seres a su alrededor; La corporeidad se refiere a la dimensión más subjetiva, es la forma en la que se experimenta el propio cuerpo, incluyendo sensaciones, percepciones y emociones, involucrando como se experimenta el espacio y el tiempo y también la relación de mente y cuerpo.
Laura Quintana (2020), en su libro política de los cuerpos: Emancipaciones desde y más allá de Jacques Ranciere propone dos dimensiones que van implícitas en los procesos que se llevan a cabo dentro de la emancipación, los cuales son lo político y la estética.
Ranciere (1996) explica que la política empieza cuando la sociedad es perturbada por sujetos o poblaciones vulnerables que son ignoradas dentro de lo estatal, también cuando todas las personas son consideradas y tienen la oportunidad de expresar sus opiniones y demandas libremente. Es decir, cuando entre todos los miembros de una sociedad se convierte en una base para la participación y toma de decisiones, se crea un ambiente en el cual la libertad del pueblo puede manifestarse plenamente. También hace énfasis que las personas que pueden haber sido marginadas o excluidas de la sociedad, al unirse como colectivo, reclaman su lugar dentro de la comunidad más amplia, de esta manera están buscando afirmar que sus voces y experiencias también son parte integral de la sociedad en su conjunto, y que merecen igualdad y reconocimiento en el espacio público. Ranciere señala la capacidad de las personas para desafiar y transformar estructuras tradicionales y reclamar una participación activa dentro de estas. Otro factor de lo político es entender la pluralidad y diversidad que hay dentro de los grupos sociales; es decir, no hay que unificar a las comunidades o colectivos (pp. 153-154).
En cuanto a la dimensión estética, Ranciere (2009) lo entiende en cómo la experiencia puede desafiar y reconfigurar la percepción y la comprensión del mundo. Sostiene que las acciones que llevan a cabo las personas al manifestarse tienen la capacidad de perturbar las estructuras preexistentes de conocimiento y poder al introducir nuevas formas de ver, pensar y sentir. Discute cómo el arte político funciona al romper las dimensiones tradicionales entre lo visible y lo invisible; es decir, implica una lucha por la redistribución de lo sensible (lo que se percibe, experimenta y se comprende del mundo) y lo que es reconocible en la sociedad (pp. 10-11).
Entendiendo lo anterior la emancipación está transversalizada por estos dos factores lo estético y político que a su vez estas están relacionadas colateralmente; ya que, lo estético busca ser una herramienta que permite a las poblaciones excluidas manifestarse activa y libremente, así mismo lo político busca rescatar la diversidad cultural que tiene cada corporeidad, que hace parte de la sociedad o un colectivo determinado, de esta manera se puede relacionar las actividades desarrolladas en la fundación Semillas y Raíces, ya que estas proporcionan un espacio de aprendizaje y convergencia alternativo que pretende acoger diversidades y desarrollar procesos artísticos significativos, para que de esta manera reclamen una participación activa dentro de la sociedad dándole voz no solo a la fundación sino al barrio que ha sido un lugar vulnerado a lo largo de la historia.
Hablando desde un ámbito educativo, las emancipaciones que se están viendo en la cotidianidad se hacen desde la educación popular, siendo esta una de las labores desarrolladas desde la fundación. Quintero (2010) ve la educación popular desde el educador o educadora que se comprende como un facilitador o facilitadora que se encuentra presente en los procesos de formación caracterizados por apoyar, generar confianza e impulsar espacios de pensamiento crítico y acción social con el fin de transformar realidades injustas, también busca alejarse y romper estructuras tradicionales enfocando su accionar desde la realidad actual y las experiencias de los y las participantes, generando procesos dialógicos que se realizan de manera divertida, didáctica y llena de significados (de manera que todo tenga un trasfondo) partiendo de un enfoque participativo, es decir que las personas son las creadoras de conocimiento teniendo así una construcción colectiva, participación interactiva y generando compromisos para asumir los procesos de transformación, donde hay un espacio de confianza y respeto para que los y las participantes puedan expresarse libremente (p.12).
Para ampliar la visión que se tiene acerca de la educación popular también se retoma a Mejía (2015) donde entiende que esta es el resultado de las luchas que tienen como fin transformar la sociedad desde la emancipación así mismo fundamentándose en diferentes vertientes con sus respectivas teorías, propuestas pedagógicas y metodologías que se apoyan desde el oprimido, buscando que sé de una educación más crítica desde el reconocimiento y desde los intereses de los grupos marginados de la sociedad, intentando generar una transformación para romper las estructuras de dominación que predominan en los sistemas educativos que promueven la desigualdad y el control por razones de clase, género, etnia, raza, opción sexual, edad, condiciones físicas u otras.
De esta manera, la educación popular se encuentra como un instrumento de emancipación al cuestionar las concepciones tradicionales de educación y poder, y en explorar cómo se puede desafiar las jerarquías de conocimiento y empoderar a las personas. Rancière (2007) en su obra “El maestro ignorante”, presenta el concepto de “maestro emancipador” para describir la idea de que el educador no debe considerarse como alguien que posee un conocimiento superior que debe transmitir, sino más bien como alguien que facilita la igualdad intelectual y la autonomía de los estudiantes. En este sentido, la educación popular, según Rancière implica la abolición de la distancia entre el educador y el educando, permitiendo que cada uno participe en un diálogo horizontal y constructivo (p. 27-28).
Sin desconocer algunos esfuerzos que se han venido realizando para cambiar la educación actual, se sigue priorizando el currículo y las actividades oficiales. Para Moreno (2022) esto mantiene distintas expresiones de violencia epistémica y simbólica, como el desconocimiento del otro como constructor de conocimiento y la instauración de este modelo en la cotidianidad de las comunidades (p. 44)
Por esta razón la fundación semillas y raíces se entiende como un espacio que da apertura a nuevas formas de encuentro; por lo tanto, se convierte en un lugar donde converge el trabajo social, la educación popular y la emancipación, ya que aquí no se pretende dar una educación que mercantilice, sino que potencie las diferentes habilidades de los NNA sin importar que tanto aporte a una sociedad capitalista. Los procesos artísticos que se llevan a cabo se entienden como herramientas que ayudan a fortalecer el libre desarrollo de los NNA, entre estas está el graffiti, muralismo, retrato, dibujo, música, teatro, danza, canto, entre otras, donde cada persona tiene la oportunidad de escoger las habilidades que quiere potenciar.
Para comprender los procesos que se llevan a cabo en la fundación se tomarán las experiencias de las personas que asisten de manera recurrente al lugar y las personas que lo dirigen, ya que se entiende como un espacio donde se genera emancipación y de esta manera se tendrá una visión de cómo las actividades comunitarias realizadas aquí llegan a dar paso a acciones que pueden generar ruptura de estructuras y construir nuevas formas de encuentro para los actores.
Escuchando voces
La metodología se implementó en grupos focales, entendiéndose como una herramienta para formar un espacio en donde las personas puedan expresar libremente su opinión sobre diferentes aspectos de interés en un ambiente abierto para el libre intercambio de ideas (Huerta, 1997). Los participantes fueron seleccionados dependiendo las funciones que cumplen dentro de la fundación, las cuales son: Directora de la fundación y los líderes en formación, estos se eligieron; ya que, tienen un proceso más largo dentro de este espacio.
Con el objetivo de identificar el papel de los procesos artísticos de la fundación Semillas y Raíces en la comuna 4 del municipio de Soacha entre el 2019 a 2023 como herramienta para la emancipación, se logra elegir la técnica de recolección de datos, como ejecutarla y que estructuras tendrían las preguntas.
La técnica de recolección de datos que fue escogida, es la entrevista semiestructurada, en la cual se pretende mediante la recolección de un conjunto de saberes privados, la construcción del sentido social de la conducta individual o del grupo de referencia del sujeto entrevistado; y de esta manera, permitir la entrada en un lugar comunicativo de la realidad, donde la palabra es el vector vehiculizante principal de una experiencia personalizada, biográfica e intransferible. (Alonso, 1999). Teniendo en cuenta lo anterior, esta da la posibilidad de adaptar las preguntas base a cada grupo focal, permitiendo una mayor cohesión entre las trabajadoras sociales en formación y la población entrevistada. También a través de esta se logra un lugar seguro en el cual se expresan con mayor facilidad emociones y sensaciones. De esta manera, se obtienen respuestas más sinceras con respecto a los procesos emancipatorios que se perciben dentro de la fundación.
Las preguntas que se utilizaron para la directora de la fundación:
Las preguntas que se utilizaron para los líderes en formación fueron las siguientes
Estas preguntas fueron redactadas estratégicamente para recoger de manera eficaz la información necesaria para el presente artículo, buscando que se adapten a cada uno de los grupos focales recordando las experiencias individuales teniendo en cuenta la información, así mismo se realizó un cuestionario diferente para cada población.
Las siguientes tablas pretenden clasificar las respuestas en emancipación estética y política, teniendo en cuenta las definiciones que se dieron anteriormente, con el fin de entender qué procesos responden a cada una de estas:
Emancipación Tabla 1 Clasificación de emancipación estética y política según las respuestas de Luz Herrera |
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Directora y fundadora |
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Estético |
-Pues en algunos adolescentes hay apropiación, digamos, cuando ellos vienen a este lugar, cuando vienen semanalmente, cuando se ponen la camiseta, o por lo menos lo que están haciendo en este momento que están pintando un mural. -Desde que semillas trabaja, las mismas personas se reúnen para construir sus cuadras, no podemos cubrir todo, pero desde el ejemplo se replican otras cosas, por lo menos la gente que no le hemos pintado las casas se han puesto las pilas para pintarlas ellos y dejarlas bonitas. -Se ve que sí se pueden transformar realidades a través de la cultura, la música y el arte. |
Político |
-Las carencias de antes serían la falta de formación y la falta de acceso, porque inclusive antes de semillas no había tanto acceso de personas ni digamos de tantos procesos que se atreven a subir por el miedo, también al momento de resignificar espacios, al intervenir y al transformar. -La formación es la herramienta para crear personas con pensamiento crítico y que ellas puedan hacer cosas positivas tanto para ellos mismos, como para su comunidad. -Solo vienen por fotos y ya no hacen proceso de formación y realmente para ver un apoyo tiene que dar formación constante y las organizaciones solo vienen una vez y ya nunca vuelven a subir. -Entonces digamos que la misma necesidad hace que desde lo innato estos peladitos, a través de su sentido de pertenencia, puedan hacer algo. Porque yo le puedo apostar algo y es que todos los niños han hecho parte de la elaboración de alguno de los murales o haciendo una calle o recogiendo una piedra, entonces ellos sí hacen parte del desarrollo y del sentido de pertenencia de la construcción de territorio en este lugar. |
Nota. Relatos recolectados en entrevistas a Luz Herrera, directora de la fundación “Semillas y Raíces”. Fuente: Elaboración propia.
Tabla 2
Clasificación de emancipación estética y política según las respuestas de
Luz Herrera
Jóvenes líderes |
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Estético |
-Principalmente, es porque soy una persona a la que me gustan mucho los movimientos artísticos y aquí puedo formarme como tal en el arte y me queda cerca del hogar. Y aparte de eso, porque siento que puedo convivir con personas que han estado en contacto con el arte. Y es una expresión muy bonita porque de alguna forma el arte nos saca de los estereotipos que todos nos marcan y eso es bueno porque, digamos, una persona que no los cumpla se va a sentir cómodo en este espacio y no se va a hacer tal vez sentir insuficiente como en otros espacios. -Cuando ellos desarrollan el sentido de pertenencia, a donde habitan, vuelven el lugar más bonito y agradable, entonces sí empieza a haber cambios desde lo personal, porque hay temas de miedo, hay temas de muerte, hay temas de memoria dolorosa. -Por ejemplo, los murales que hacemos aquí en la fundación, toca investigar la historia, por ejemplo, cómo fue lo de traer el agua acá a Cazucá, como fueron los significados de acá y por qué Cazucá se llama Cazucá. -Yo diría que el muralismo emancipa; ya que, los murales últimamente están pegando muy fuerte en la loma, porque antes decían: “no pinten mi casa” que tal hagan cualquier cosa, ya que completamos una meta, ahora todo el mundo nos busca: “y cuando van a pintar mi casa” “que me van a hacer en mi casa”, o sea ya nos conocen y nos buscan para que le hagamos un mural en su casa. -Yo creo que el arte en Colombia es un proceso de emancipación porque realmente la cultura en nuestro país no es apoyado de hecho la única cultura válida no es la nuestra tiene que ver con culturas fuera de, pues si, occidentales, entonces siento que el simple hecho de uno ya empezar a hacer cultura o empezar a hacer estos movimientos artísticos ya es emanciparse. -Entonces la comunidad ya no nos reconoce como los grafiteros o los que hacen los eventos, sino como por otros procesos como lo son la música, el teatro, el canto y otras demostraciones artísticas. -Digamos que a veces también pasa mucho con el arte, que es más una imagen que un contenido y lo bueno de que el proceso artístico se esté haciendo con la comunidad es que no va a ser solo una imagen. No es como: “Ay!, pintaron una mariposa o pintaron un burro”, si no realmente hay un contenido: “¿por qué pintaron ese burro?” “aah, ese burro hizo parte de la construcción de la Loma”. Y claro, no se lo está aprendiendo el artista, se lo está aprendiendo la comunidad que se está formando, de una manera indirecta está aprendiendo sobre la historia de donde vive. |
Político |
-Hay otra cuestión que es bien compleja porque si nos ponemos a investigar en este tipo de hechos de pintar en barrios vulnerables, no es algo nuevo. Se hace en otros lugares, se hacen Bogotá y en gran manera la cuestión es que muchos políticos lo han utilizado como estrategia política para embellecer el problema, pero realmente no ayuda para nada. Cuál es la diferencia que yo siento con semillas y raíces, y es que no vienen personas ajenas a la comunidad a pintar, en vez de eso se hace un proceso con la misma comunidad para que aprendan y lo plasmen, entonces la diferencia es que para nosotros no es un proceso de echarle maquillaje al problema, sino ayudar a que la gente cambie, ayudar a centrar a la gente, ayudarla a expresarse a través del arte, siento que eso es como el fuerte que nosotros estamos haciendo. -Bueno, acá simplemente no se habla de que venga un profesor se enseña y ya, sino que nosotros lo que vamos aprendiendo podemos hacer dos cosas: la aplicamos y la segunda la enseñamos. Entonces, como yo aprendo música, yo le puedo enseñar a otros chicos y esos otros chicos puedan aplicarlo o también puedan enseñarlo a otras personas afuera o adentro de la fundación. Y eso puede pasar en diferentes maneras, por ejemplo en el arte, en la danza o en la música. -Siento que ya es muy conocido el tema de que la educación está mal porque, pues valora es la información que tú puedes guardar, más no que a uno lo inviten a pensar y yo siento que ese es como el problema de aquí de la loma, porque yo siento que uno necesita mucho es programas de emprendimiento que la misma comunidad se piense esto como un problema y como se puede solucionar y pues claro si a uno nunca le enseñaron a pensar es muy difícil que la comunidad empiece a dar soluciones para las problemáticas sociales que hay en la comunidad. -No me han enseñado ni siquiera sobre historia de Colombia, lo tuve que saber por mi parte, o sea, tuve que preguntar y tuve que investigar de un libro. Ni siquiera la situación de Cazucá hasta que entre semillas y raíces y supe en verdad cómo es que era Cazuca. -Es que es un modelo concreto que es para todos, ¿sí? Y olvida mucho el factor que todos no somos iguales, todos no aprendemos de la misma forma, tú no puedes pretender que vamos a utilizar el mismo sistema educativo que se utilizan en el norte en el sur, por decir algo, un ejemplo y es muy malo porque mucha gente se pierde digamos de la oportunidad de generar muchas habilidades que realmente necesitamos para la vida por el simple hecho de que tú no te acoplas a lo que el resto del mundo es, entonces tú no vas a poder aprender o sea de alguna forma somos discapacitados para ellos y recordando qué discapacitados es más como que el estado no te puede brindar no como que eres menos sino como que el estado no tiene las herramientas para que tus avances. -De alguna forma genera un proceso de identidad porque dicen: “tú eres de Cazucá” y digamos: “tú conoces la historia de Cazucá no es para sentirse mal, es para sentirse orgulloso de una lucha tan grande que ha tenido altos de Cazucá. Entonces, cuando contamos estas historias y las personas de la comunidad se la aprenden, no se van a sentir mal por decir soy de Cazucá, porque generar un proceso de identidad consigo mismos y cuando salen a la calle pueden decir con orgullo y autoestima. “Yo soy de Cazucá, gente berraca, gente que ha salido adelante con las uñas”. |
Nota. Relatos recolectados en entrevistas a Luz Herrera, directora de la fundación “Semillas y Raíces”. Fuente: Elaboración propia.
Estas respuestas se clasificaron con el fin de reconocer cómo las personas dentro de la fundación viven procesos emancipatorios en su día a día de una manera autónoma sin necesariamente ser consciente por parte de ellos y ellas, también sin tener en cuenta el impacto que estos pueden generar en su comunidad y fuera de ella. En los siguientes párrafos se relacionan los relatos obtenidos de los actores de la fundación con su respectivo factor de emancipación.
Teniendo en cuenta lo anterior estas respuestas se relacionan con la emancipación de la siguiente manera, se entiende que tanto los jóvenes y la directora de la fundación se encuentran dentro de estructuras impuestas en una sociedad capitalista, ya sean los jóvenes desde instituciones como el colegio, y Luz en los procesos burocráticos en los que están inmersas las fundaciones, y por lo tanto el solo hecho de ser parte de la fundación abre paso a nuevos procesos que llegan a ser emancipatorios, ya que hacen consientes más opciones de relacionamiento y aprendizaje, no solo que vieron, sino que tomaron la decisión de estar, existir y fortalecer este espacio, también se encuentra la transformación de la corporeidad de los individuos desde los saberes colectivos y artísticos, y esto también cambia la percepción de sí mismo como personas no solo desde una resignificación desde afuera, sino que se construye hacia el interior, generando una nueva percepción de lo que significa ser habitante de Altos de Cazucá, comuna ٤, en el municipio de Soacha.
Haciendo énfasis en lo político, es importante tener presente la fundación, ya que siempre en los espacios que gestionan buscan resignificar Cazucá, no solo teniendo en cuenta lo que piensan los mismos habitantes, sino que busca hacerlo de una manera un poco más global, también se quiere posicionar las voces de los habitantes en ámbitos políticos e institucionales, ya que son personas que históricamente han sido marginadas de estos espacios, para que así se pueda visibilizar que hay sueños, posibilidades, potencialidades, oportunidades, futuro y proyecciones, de tal manera que logren una participación, siempre tomando en cuenta las diferencias que hay en la comunidad que se ve cómo un distintivo positivo para así poder mejorar las maneras de aprendizaje y enseñanza que se den dentro de la fundación, a diferencia de las estructuras de educación formal que se cierran a la inevitable diversidad que hay en las poblaciones y se siguen ciñendo a un sistema eurocéntrico tradicional.
Luz percibe distintas maneras en la que la violencia sistémica es ejercida y no les permite estar incluidos en procesos políticos, por ejemplo el hecho de que no haya fácil accesibilidad al barrio o también la estigmatización que hay hacia el territorio que los excluye de la posibilidad de ser tenidos en cuenta para diferentes procesos que podrían potenciar su desarrollo. Semillas y raíces pretende ser una institución que reduzca este tipo de acciones que afectan de manera negativa a la comunidad, intentando ser un foco de atención a las instituciones internas o externas en el territorio para poder generar un mejoramiento en la calidad de vida de la comuna y de esta manera generar redes interinstitucionales que históricamente les han sido negadas.
En cuanto a lo estético, se ve reflejado en cómo la comunidad empieza a percibir y resignificar los espacios a través del arte de tal manera que puedan exigir un reconocimiento de lo que es el barrio, ante un estado y una sociedad que no ha puesto la suficiente atención a estas poblaciones vulnerables que de una u otra forma deben gestionarse los recursos y sus espacios de manera autónoma, viendo el factor estético como un instrumento para una emancipación política incidiendo en lo sensible de los NNA que entran a la fundación para ser partícipes de estos procesos artísticos que las instituciones no proporcionan y afectan a la corporeidad en ellos y ellas.
Por lo mismo se remite a lo artístico, ya que es un componente que se ve reiterativo en los relatos de los jóvenes líderes, ya que, lo ven como un conjunto de acciones que resignifica desde la individualidad y desde la colectividad, viéndolo desde un factor decolonial, ya que lo perciben como una forma de poder enorgullecerse de sus raíces de una manera consciente desde las infancias y trascender a las personas adultas, también dando un significado o un trasfondo a las obras que pintan o implementando conocimientos significativos en las danzas, obras de teatro o canciones compuestas.
Por otra parte, los jóvenes líderes recalcan cómo los afecta en su diario vivir la educación que reciben dentro de las instituciones educativas, para esto se tendrá en cuenta el concepto de educación bancaria que propone Freire (1968), el cual es el acto de la acumulación y transferencia de conocimientos por parte de un educador a un educado generando una cultura de silencio que no permite desarrollar el criterio propio, así reforzando una estructura opresora y arraigando un tipo de enseñanza vertical, que afecta de manera negativa el aprendizaje y el significado que se dan a ellos mismos como comunidad.
Semillas y raíces a razón de hacerle un frente a la educación bancaria se para desde una perspectiva de educación popular realizando otro modelo de aprendizaje que pretende ser horizontal, que invita a los NNA a pensar de manera crítica, lo cual permite transmitir sus saberes y formular soluciones a las problemáticas que enfrentan tanto individual como colectivamente, ya que los invita a conocer su historia para así entender la realidad del territorio.
Trabajo social, educación popular y emancipación
Fuente. Elaboración propia (2023)
Semillas y raíces es un espacio que, a pesar de ser empírico, ha logrado reunir tres (3) saberes a lo largo de su labor: el trabajo social, la educación popular y la emancipación. Ya que se ha convertido en un espacio donde los conocimientos se vuelven transversales entre los NNA y las personas que pretenden facilitarles y proporcionarles diferentes conocimientos y recursos, que permiten que haya emancipación, no solo para las personas que hacen parten de la fundación sino para los habitantes del barrio que puedan romper los diferentes estigmas que hay alrededor de la forma en la que se concibe la enseñanza.
De esta manera se puede evidenciar que hay una fuerte influencia de la educación popular dentro de la fundación, ya que, les proporcionan un espacio y de esta manera reconfigura la forma de ver y acercarse al mundo a los y las jóvenes para generar un pensamiento crítico en lo político, social y cultural para que puedan ser parte del cambio que quieren hacer hacia estructuras que consideran capitalistas y obsoletas, proponiendo proyectos o desde el arte. Estos espacios propuestos para el desarrollo de habilidades y capacidades se ven como lugares para la construcción de la corporalidad de los y las NNA, para que ellos y ellas puedan ejercer su ciudadanía plenamente.
El trabajo social se manifiesta de manera empírica en Semillas y Raíces, ya que se aplican modelos como educación popular, acción participativa, y la decolonialidad, así mismo se logra ver que es un campo de acción comunitario, por esta razón se debe apoyar desde los saberes teóricos que puedan dar otra mirada desde la academia, sin quitarle importancia a los saberes que se brindan desde lo comunitario.
Luz Herrera ha sido la persona que a pesar de no tener el título de profesional, cumple las funciones de trabajadora social; ya que, moviliza recursos, restituye derechos, construye proyectos, genera ciudadanía, teje redes de apoyo, promociona la participación de los habitantes del barrio para el mejoramiento y resignificación de los espacios, hace atención individual con los NNA y los tutores de los mismos, intentando llenar los vacíos que el abandono estatal a generado en las personas que hacen parte de Cazucá.
Reflexión
Los procesos artísticos que realizan los miembros de la fundación “Semillas y Raíces” han incidido de una manera emancipatoria desde la mirada política y estética, no solo a los beneficiarios directos de la fundación sino también para algunas poblaciones ajenas a la institución como lo son los habitantes ubicados en la comuna 4. Por esto mismo, es un espacio que fortalece el tejido comunitario, que ha estado fragmentado históricamente por sus coyunturas y contextos violentos. Este fortalecimiento lo realizan desde la resignificación de lo que es pertenecer a ese territorio estigmatizado y apropiarse de las potencialidades que como comunidad tienen, y artísticamente también dan una mirada diferente de lo que es el grafiti y muralismo utilizándolo como herramienta emancipadora desde la apertura a espacios de expresión y convergencia en lugares diferentes de la mano de saberes populares para la construcción de corporeidad, saliéndose del marco institucional dándoles una visibilidad hacia las poblaciones externas que no los han tenido en cuenta.
Por otro lado, es importante entender que espacios como lo son la fundación, son procesos que nacen desde lo empírico; por lo tanto, no tienen las herramientas necesarias para autosostenerse o para realizar proyectos que generen recursos monetarios o materiales que beneficien a la comunidad, por esta razón es importante el apoyo del estado, redes apoyo institucionales y profesionales para que fortalezcan estos espacios, que permiten un lugar diferente de encuentro para los NNA de Cazucá, para construir sus habilidades y saberes desde una perspectiva que no mercantiliza, por lo contrario, potencia su corporeidad y pensamiento crítico que les permite ser conscientes de las estructuras capitalistas en las que están inmersos.
Conclusiones
Los procesos artísticos y educativos que se llevan a cabo en la fundación “Semillas y Raíces” juegan un papel indispensable a la hora de hablar de procesos comunitarios en Cazucá, ya que es una institución que promueve el arte y la cultura como procesos emancipatorios para las infancias y adolescencias desde la educación popular, permitiendo que el territorio se resignifique a partir de las corporeidades. También es importante recalcar que la fundación da una mirada diferente a lo que es la educación tradicional o que se ve establecida dentro de las instituciones educativas formales, proporcionando otras estrategias de aprendizaje enfocándose en la potenciación de las habilidades individuales para no castrar su corporeidad y que los proyectos de vida de los NNA se basen en sus propios criterios.
Por otro lado, el trabajo social en estos lugares debe expandirse a la interdisciplinariedad y ser transversal con otras profesiones, para abarcar una mayor cantidad de factores que pueden incidir en el desarrollo comunitario e individual de los NNA. Es importante reconocer que dentro de estos procesos lo teórico va de la mano con los saberes barriales que proporcionan las personas inmersas en el territorio en el que se va a intervenir, ya que son los que han experimentado las problemáticas y pueden identificar las carencias y necesidades que hay en la misma.
El trabajo social institucional y empírico juega un papel importante en estos espacios, siendo este el que moviliza recursos, construye y ejecuta proyectos, identifica las necesidades de la comunidad y promueve el cambio social. Por lo tanto, la promoción de la profesión dentro de estas instituciones poco visibilizadas es indispensable para su reconocimiento como algo positivo, valioso y que potencia la comunidad.
Referencias
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1 Profesional en Trabajo social de la Universidad Colegio Mayor de Cundinamarca, vinculada a la Universidad Colegio Mayor de Cundinamarca. Correo electrónico: mcastanedac@unicolmayor.edu.co; Orcid: https://orcid.org/0009-0009-1423-5488
2 Profesional en Trabajo social de la Universidad Colegio Mayor de Cundinamarca, vinculada a la Universidad Colegio Mayor de Cundinamarca. Correo electrónico: fdanielamartin@unicolmayor.edu.co; Orcid: https://orcid.org/0009-0004-8593-3172
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