Michel Foucault en el ocaso de los ídolos

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Andrea Jiménez
Jaime Alberto Pineda Muñoz

Resumen

(Preliminar)

Desde el prólogo de Ecce Homo, Nietzsche se siente en la obligación de presentarse como una antítesis del hombre que hasta ese momento era declarado virtuoso. Prefiere ser un Sátiro de la cohorte de Dionisio a ser un Santo del reino de Apolo. En este theatrum philosophicum los considerables bigotes de Nietzsche son absolutamente necesarios. No existe otro pensador más decisivo en la acometida de Michel Foucault que éste, pues de su mano recorre el camino hacia un nuevo y potente ocaso: Se trata del ocaso del sujeto, ese ídolo, esa verdad, que no puede quedarse en pie, salvo que después de la muerte de Dios y la crisis de la Razón estemos dispuestos a devenir Sujeto. Foucault es parte de este acontecimiento, que podríamos llamar, parodiando al mismo Foucault, una historia política de los ocasos de la filosofía. Sin embargo, antes de adentrarse en el análisis de los discursos que configuran las formas jurídicas de la indagación y el examen, Foucault orienta la primera conferencia a hacer explícita su deuda con Nietzsche, el cual atrapado en su obra se ve envuelto en el análisis histórico del tipo arqueología y genealogía. Aunque irrelevante para lo que queremos exponer, el Foucault de las conferencias de Río de Janeiro es como un homenaje póstumo, una refundación, una actualización del pensamiento de Nietzsche.

 

http://dx.doi.org/10.11600/21450366.10.1aletheia.98.121

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Sección
Artículos de reflexión